Hay una gran destrucción de bosques andinos: Rodríguez | El Nuevo Siglo
Manuel Rodríguez, exministro de Ambiente.
Universidad de Los Andes
Viernes, 6 de Enero de 2023
Redacción Política

Los páramos en general están bien protegidos en Colombia por la normatividad existente. Sin embargo, el mayor problema que hay con el ciclo del agua, y parece que la gente no lo percibe, es la creciente destrucción del bosque andino e interandino. Así alertó el exministro de Ambiente Manuel Rodríguez.

EL NUEVO SIGLO: La Constitución y la ley protegen los páramos, ¿en la práctica se está logrando? 

MANUEL RODRÍGUEZ BECERRA: Hay una normatividad y uno lo que tiene que saber es en el largo plazo cómo lucen los páramos, y realmente uno tiene que decir que en el caso de los páramos están relativamente protegidos. 

Obviamente hay amenazas muy grandes sobre muchos páramos, pero claramente tiene que decir uno que durante años ha habido políticas para protegerlos, que si bien no se han cumplido en su totalidad, sí han servido sin duda para lograr una protección de un ecosistema que es básico en el ciclo del agua. 

Diría que el estado de los páramos es en balance positivo, como se evidencia en la alta proporción de su cobertura vegetal que asciende aproximadamente al 86 %. Y este hecho de que se encuentren en balance positivo tiene que ver con que se encuentran con alguna figura de protección. Muchos de los páramos del país son parques nacionales y están bastante bien protegidos. 

Hay páramos en los cuales habitan campesinos que hacen actividades de cultivos agrícolas y de pastoreo; naturalmente eso es dañino para los páramos, pero algunas de esas comunidades han vivido allí ancestralmente, desde hace mucho tiempo. 

Y, por otra parte, ha habido actividades de cultivo como es el caso de la papa, que no exactamente corresponde a las actividades tradicionales de esas comunidades, pero que encuentran los paperos un área muy propicia para los cultivos. 

Además existen explotaciones mineras artesanales en algunos páramos, incluso con explotaciones industriales de carbón, que claramente han tenido un impacto negativo sobre los páramos. Y también algunos proyectos como el minero de Santurbán o el proyecto minero de La Colosa, pues se sienten como unas amenazas para los páramos. 

ENS: ¿Cuál es su opinión de la engorrosa delimitación del páramo de Santurbán, que aún no se logra tras varios años? 

MRB: Claramente en el tema del páramo de Santurbán hay unos intereses económicos tan fuertes que han dificultado su delimitación, y obviamente las comunidades que viven ahí también han estado defendiendo sus intereses. 

Pero hay que decir que en balance la actividad del Instituto Humboldt en la delimitación de los páramos ha sido exitosa. 



Uno tiene que entender que la delimitación de los páramos tiene un significado, en el sentido de que es excluir una serie de actividades en el páramo, como puede ser la minería, como puede ser el incremento de la agricultura allí donde existe.

Pero también hay que decir que cuando uno piensa en el ciclo del agua, el páramo si bien es un ecosistema fundamental en la captura del agua, está todo lo que es el bosque de alta montaña, el bosque de niebla y los otros bosques que conforman una totalidad de la cual depende el ciclo del agua.

ENS: ¿Entonces cuál es el mayor problema que existe en el país con el ciclo del agua?

MRB: Lo que uno sí tiene que decir es que el mayor problema con el ciclo del agua en Colombia tiene que ver con el deterioro y la destrucción de los bosques. Ahí es donde está la mayor parte del problema hoy en día en la desestabilización del ciclo del agua, pero el público parece que no lo percibe así. 

La labor de los ambientalistas y de mucha gente en pro de los páramos ha sido intensa y positiva, pero ha llevado a que la ciudadanía en general llegue a pensar que tal vez salvando los páramos tenemos el problema del ciclo del agua resuelto, cuando lo que hoy en día se observa es una creciente destrucción de los bosques andinos e interandinos, y ese a mi juicio es el mayor problema ambiental que tiene que ver con la desestabilización del ciclo del agua en las zonas más habitadas del país.