Al menos 30 pequeñas protestas se registraron en Caracas, con bloqueos de calles y quemas de basura, tras el alzamiento el lunes de 27 militares que robaron armas y se atrincheraron en un destacamento antes de ser detenidos, informó una ONG.
La mayoría de las manifestaciones ocurrieron en sectores populares para apoyar la sublevación contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, y en algunos puntos se extendieron hasta la madrugada del martes, señaló el Observatorio de Conflictividad Social.
Las barriadas de El Valle, 23 de enero, Catia y Petare se contaron entre los puntos donde los vecinos se manifestaron, además, con cacerolazos.
También se presentaron protestas en las zonas periféricas de Guarenas, El Junquito y en la autopista que une Caracas con la vecina ciudad de La Guaira, donde se localiza el aeropuerto que sirve a la capital. En la autopista, vehículos que circulaban durante la madrugada fueron apedreados.
En el sector de Cotiza (norte), donde los militares se atrincheraron antes de ser detenidos, manifestantes que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad fueron repelidos con gases lacrimógenos.
Foto cortesía Juan Peraza.
Foto cortesía Juan Peraza.
Foto cortesía Juan Peraza.
Mientras, en el cercano sector de Los Mecedores, donde también ocurrieron choques entre manifestantes y uniformados, el olor a gas pimienta seguía impregnado en el ambiente este martes en la mañana y las calles llenas de escombros, aunque ya en calma.
"¡Fuera Maduro!, era lo que gritaba la gente. Fue horrible. La policía disparando y los gases lacrimógenos por todos lados. Tuve que meter a mis nietos en el baño. Con esto no se soluciona nada", dijo a AFP Dinora de Longa, de 60 años, en Los Mecedores.
Restos de basura humeantes fueron la constante en otros suburbios.
Las protestas caldearon el ambiente de cara a las manifestaciones del miércoles, cuando se conmemoran 61 años de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
La oposición se manifestará contra Maduro, a quien tilda de "usurpador", y para exigir un gobierno de transición y elecciones.
En tanto, el chavismo marchará masivamente en distintos puntos del país para defender la legitimidad del segundo mandato de Maduro, que comenzó el pasado 10 de enero en medio del desconocimiento de buena parte de la comunidad internacional.
Será el primer gran pulso en las calles tras las violentas protestas que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio de 2017, en medio de la peor crisis en la historia moderna del país petrolero, con escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.
Marchas
El gobierno y la oposición de Venezuela volverán este miércoles a medir sus fuerzas en las calles, en un ambiente caldeado por la fugaz sublevación de 27 militares que desconocieron al presidente Nicolás Maduro.
En su primera alusión personal al levantamiento y posterior captura de los rebeldes, Maduro aseguró este martes en Twitter que la Fuerza Armada "ha dado incontables muestras de disciplina, cohesión y preparación para enfrentar cualquier amenaza de los enemigos de la Patria".
Mientras tanto, Estados Unidos, al que el mandatario socialista acusa de estar detrás de un "golpe de Estado en marcha", expresó este martes su apoyo a las movilizaciones opositoras, que exigirán un "gobierno de transición" y elecciones.
"Estamos con ustedes (...) y seguiremos con ustedes hasta que se restaure la democracia y recuperen su derecho a la libertad", señaló el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, en un video difundido en Twitter.
"Transición al socialismo"
Bajo el liderazgo del joven jefe del Parlamento, Juan Guaidó, quien se ha dicho dispuesto a liderar un "gobierno de transición", los opositores se movilizarán el miércoles.
"La única transición en Venezuela es hacia el socialismo", refutó el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, al llamar a los seguidores del gobierno a marchar masivamente en distintos puntos del país.
Será el primer gran pulso en las calles tras las violentas protestas que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio de 2017, en medio de la peor crisis en la historia moderna del país petrolero, con escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.
La debacle provocó el éxodo de 2,3 millones de personas desde 2015, según la ONU, el mayor movimiento migratorio en la historia reciente de América Latina que ha dado lugar a brotes de xenofobia en países como Brasil, Colombia y Ecuador.
El Parlamento, de mayoría opositora, debatía este martes su propuesta de otorgar amnistías a militares y civiles que desconozcan a Maduro.
La sesión desafía una sentencia que dictó el lunes el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, de línea oficialista), que declaró nula la junta directiva presidida por Guaidó y reiteró el fallo judicial de 2016 que declaró en desacato al Legislativo y nulas todas sus decisiones.
Hace una semana, el Congreso declaró a Maduro "usurpador", después de que asumiera el 10 de enero un segundo mandato considerado ilegítimo por varios gobiernos, y prometió amnistía a los militares, considerados el sostén del presidente.
"No te estamos pidiendo que des un golpe de Estado, que dispares (...), te estamos pidiendo que defiendas junto a nosotros el derecho del pueblo a ser libre", dijo Guaidó el lunes en video a los uniformados.
El jefe legislativo asegura que el llamado del Parlamento está calando y que el fugaz alzamiento militar muestra el descontento en la Fuerza Armada.
Amnistía, la puerta
Para la experta en temas militares Sebastiana Barráez, la amnistía "puso en alerta al poder establecido. Le abre una puerta a aquellos militares que están hastiados de lo que sucede al interior de la FANB", dijo.
El nuevo mandato de Maduro es desconocido por Estados Unidos, varios gobiernos latinoamericanos y la Unión Europea, que apuesta a lanzar en febrero un grupo internacional de contacto para buscar una salida negociada a la crisis, anunció la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Cuando tomó posesión para su polémico segundo mandato, Maduro recibió la promesa de "lealtad absoluta" de la Fuerza Armada, integrada por unos 365.000 efectivos y 1,6 millones de milicianos civiles.
La FANB, que se dice chavista y antiimperialisa, asegura que está unida. Pero según la ONG Control Ciudadano, unos 180 efectivos fueron detenidos en 2018 acusados de conspirar, unos 10.000 militares pidieron la baja desde 2015 y más de 4.000 desertaron de la Guardia Nacional en 2018.
Dos generales figuran entre los detenidos por un presunto atentado contra Maduro el 4 de agosto, cuando dos drones cargados de explosivos estallaron cerca de una tarima donde encabezaba un acto militar.