Los terremotos se presentan de manera imprevista en los bordes de las placas tectónicas, en donde se concentra la mayoría de las fallas. Se estima que en el planeta existen 15 placas principales –entre ellas la Africana, Caribe y Euroasiática– y 43 secundarias, como la Amuria, la Birmania o la Anatolia.
El terremoto de 7,8 grados en Turquía, fue el choque de las placas Arábiga, Africana y Anatolia y dejó cientos de muertos y una enorme devastación.
En la sección ABC del Periódico UNAL, el profesor Germán Andrés Prieto Gómez, del Departamento de Geociencias de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), afirma que “las placas se mueven unas con respecto a las otras; cuando dos de ellas se encuentran o están en contacto generan una deformación, y es ahí donde se acumula la energía que produce un terremoto”.
“La magnitud de un terremoto depende del tamaño de la falla, es decir, qué tan grande es el plano de los dos bloques o placas que la componen y que están en contacto a lo largo de este”.
“También se tiene en cuenta qué tanto se movió un bloque con respecto al otro: si se mueven poco, la magnitud es pequeña, si se mueven más, la magnitud es más grande”.
Con respecto a la diferencia entre sismo, temblor y terremoto, el experto explica que “no hay ninguna diferencia, todos hacen referencia al desplazamiento de la superficie de la Tierra debido a un evento en su interior. Sin embargo, se suele hacer referencia a un terremoto cuando el sismo ha causado víctimas o daños severos en las edificaciones, y de temblor cuando este no provoca daños”.
El límite de placas más conocido es el cinturón de fuego del Pacífico, y es donde más se concentran los terremotos, en especial los de mayor magnitud.
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Se estima que en dicha zona de 40.000 km, ubicada en el océano Pacífico, se concentra el 90 % de la actividad sísmica del mundo y alrededor del 75 % de los volcanes activos, de ahí que su nombre lleve la palabra fuego. Esta abarca especialmente los territorios de Asia, Oceanía y América, y entre ellos, por supuesto, el de Colombia.
El geólogo Prieto menciona que “en Colombia los terremotos más grandes ocurrirían en el Pacífico y el suroccidente; por ejemplo, el de 1979 en Tumaco (Nariño) fue de magnitud de 8,8, realmente grande”.
“Si Bogotá afrontara un evento sísmico de tales magnitudes, este podría suceder cerca de los pie de monte de las cordilleras, como el Llanero, del valle del río Magdalena o en el valle del río Cauca.
¿Es posible predecir un terremoto? El experto indica que “los sismólogos no han llegado a comprender lo suficiente sobre cómo se da este fenómeno para poder hacer predicciones, todavía no existe una fórmula que lo permita”.
“En lo que sí se viene trabajando es en las alertas tempranas: cuando sucede el terremoto lo detectamos rápidamente y avisamos a las poblaciones cercanas que hay un movimiento fuerte para que se activen las estrategias de prevención o desalojo”.
Por su parte, el profesor Gonzalo Duque Escobar, de la UNAL Sede Manizales, señala que “aunque los sismos y las erupciones volcánicas no se pueden predecir como los eclipses, sí se pueden pronosticar señalando espacialmente el tipo de eventos probables con su alcance”.
Además, se debe considerar que el 35 % de los colombianos vive en zonas de amenaza sísmica alta y el 20 % en zonas con algún grado de amenaza volcánica.