Bogotá lleva varios años buscando consolidarse como la ciudad mundial de la bici. De acuerdo con la última encuesta de movilidad emitida en el 2019, en la ciudad capital hay 1.535.640 bicicletas pero, ¿cuántas de esas están inscritas en una base de datos para facilitar su identificación? ¿Hay siquiera algún registro en donde los usuarios puedan darle una caracterización a su ‘cicla’?
Lo hay. Se trata del “Registro Bici Bogotá”, una herramienta que permite asociar los datos personales de los ciudadanos con los de su bicicleta, ideado por el Distrito para que sea más fácil demostrar la propiedad del vehículo ante un posible hurto, y para que por consiguiente sea más fácil su recuperación.
No obstante y pese a sus beneficios, el número de personas que han registrado sus bicicletas sigue siendo significativamente bajo.
Aunque esta iniciativa se introdujo a la ciudad a través del Acuerdo 674 de 2017 y en los últimos dos años este programa comenzó a tomar fuerza, el registro está lejos de llegar al 100% de los usuarios que tienen una bicicleta en Bogotá.
De hecho, ayer una fuente de la Secretaría de Movilidad le confirmó a EL NUEVO SIGLO que “actualmente la plataforma cuenta con más de 186 mil bicicletas registradas y más de 250 mil usuarios inscritos” del más de un millón y medio de ciclas censadas en la ciudad.
No obstante, desde que esta inscripción se hizo obligatoria, a partir del 1 de enero de este año, el número de registros se disparó. Veamos: en enero del 2020 la Secretaría de Movilidad recibió este registro con 32.559 bicicletas registradas, de las cuales solamente 10.754 tenían los datos completos.
Y a finales del año pasado la cifra de estos vehículos de dos ruedas registrados ascendía a las 108.427 bicicletas inscritas y 151.623 usuarios, de los cuales el 24% son mujeres y el 76% son hombres.
Eso quiere decir, palabras más palabras menos, que en 43 días de obligatoriedad se han registrado alrededor de 77.500 bicicletas.
Vale referir que este registro les ha permitido a las autoridades poder verificar no solo que la persona que va manejando la ‘bici’ sea su propietaria, sino que también les permite comprobar si sobre ese vehículo hay algún reporte de hurto.
Bogotá avanza en el uso de la ‘bici’
Punto aparte, durante los últimos cinco días Bogotá recibió dos excelentes noticias con relación a la movilidad limpia: en primer lugar, el Distrito firmó el acta de inicio para que la capital colombiana cuente con un segundo sistema de bicicletas compartidas, que se proyecta para que sea el segundo más grande de Latinoamérica después del de Ciudad de México.
Y en una segunda medida, Bogotá recibió el Sustainable Transport Award, un premio otorgado por el ITDP, un organismo internacional que promueve el transporte sostenible y equitativo a nivel global. La ciudad fue seleccionada, entre otras cosas, por la implementación de ciclovías temporales.
Bicicletas compartidas
Esta semana el secretario de Movilidad de Bogotá, Felipe Ramírez, y Tomás Martins, CEO y cofundador de Tembici, firmaron el acta de inicio del contrato que le permitirá a Bogotá contar con su primer Sistema de Bicicletas Compartidas con estaciones.
Tras surtir los trámites de pólizas y legalización del contrato, el equipo directivo de la compañía visitó Bogotá con el fin de reunirse con el Secretario de Movilidad y presentarle uno de los modelos de bicicletas que harán parte del sistema.
Vale mencionar que el Sistema de Bogotá será implementado con tecnología PBSC, proveedor con presencia a nivel mundial que ofrece bicicletas y estaciones inteligentes, las cuales permiten comunicar el estado de cada uno de los vehículos, realizar cargas rápidas y verificar su disponibilidad en cada estación.
Adicionalmente, este sistema contará con un software que permite acceder a información completa y en tiempo real sobre las características de los viajes como horarios, tiempos de recorridos y zonas más frecuentadas.
Punto aparte, este sistema tiene una propuesta ambiciosa, pues contará con al menos 300 estaciones y 3.300 bicicletas, de las cuales el 50% serán de pedaleo asistido. Así mismo, tendrá dos características principales:
Será un sistema inclusivo y con perspectiva de género, pues contará con 150 manocletas, accesorio que les permite a las personas en sillas de ruedas acceder al sistema. Y dispondrá de 150 bicicletas de cajón (o de carga) y 150 sillas para transportar a niños, lo cual facilita los viajes de cuidado que mayoritariamente hacen las mujeres.
El proyecto estará ubicado en el centro ampliado de la ciudad, entre las localidades de Usaquén y La Candelaria, permitirá fácil conexión con el Sistema de Transporte Público y ofrecerá descuentos del 20% en sus tarifas para la población de menores ingresos. Además, contará con 30 gestoras y gestores en vía para atender cualquier novedad y dispondrá de 300 soportes para reparación de bicicletas para uso gratuito de toda la ciudadanía.
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Reconocimiento por promover la movilidad sostenible
Y por otra parte, también durante los últimos días, se otorgó un reconocimiento del Sustainable Transport Award, un premio otorgado por el ITDP, organismo internacional que promueve el transporte sostenible y equitativo a nivel global.
Heather Thompson, directora ejecutiva del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), destacó las acciones que la capital colombiana ha emprendido para promover una movilidad más limpia, haciéndola merecedora por segunda ocasión del premio Sustainable Transport Award.
El Instituto resaltó la respuesta oportuna de Bogotá para atender la necesidad de descongestionar el transporte público y evitar la propagación del covid-19, implementando 84 kilómetros de ciclovías temporales que funcionaron como corredores espejo a las troncales de Transmilenio y las cuales le permitieron a la ciudadanía movilizarse de manera biosegura.
Con esta medida, los viajes diarios en bicicleta alcanzaron el 10% del total de trayectos diarios que se realizaban en Bogotá, en esa temporada, consolidando así la redistribución del espacio público para los actores que más lo requieren.
También resaltó la decisión de la Administración Distrital de incluir vehículos eléctricos al Sistema de Transporte Público de la ciudad, vinculando hasta el momento 483 buses, de los 1.485 que se tienen proyectados en total.
En términos de transporte privado, el ITDP destaca la exención de la medida de Pico y Placa para quienes viajan en carro compartido con tres o más ocupantes, programa con el que se ha generado un promedio de 110 mil registros semanales, que representan 2,5 millones de viajes en vehículo compartido al mes.
Con la creación en 2018 del programa de Gestión de la Velocidad del Plan Distrital de Seguridad Vial, Bogotá se convirtió en mayo de 2020 en la primera ciudad de Colombia en implementar el límite máximo de velocidad, pasando de 60 km/h a 50 km/h, una medida que no solo hace parte de los principios de la política de Visión Cero, sino que atiende las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para entornos urbanos.
Como resultado del programa de la Gestión de la Velocidad, en 2021 se registró una reducción de 11% en las fatalidades en el tránsito y 37 vidas salvadas, esto en comparación con el promedio de fallecidos en los años 2015 a 2017, periodos en los que todavía no había ningún corredor con límite de velocidad de 50km/h.
De igual manera, reconoció el trabajo realizado para beneficiar a niñas, niños y adolescentes, que hacen parte de los proyectos “Al Colegio en Bici” y “Ciempiés”, los cuales realizan caravanas guiadas todos los días para que los estudiantes puedan ir de manera segura a sus colegios, en bici o caminando. Para 2022, los proyectos duplicarán su cobertura con respecto al año anterior, con el fin de llegar a 12 mil beneficiarios.
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“Registro Bici Bogotá” es una herramienta que permite asociar los datos personales de los ciudadanos con los de su bicicleta para que sea más fácil demostrar la propiedad del vehículo ante un posible hurto./ Cortesía Secretaría de Movilidad
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El Distrito firmó el acta de inicio para que la capital colombiana cuente con un nuevo sistema de bicicletas compartidas, que se proyecta para que sea el segundo más grande de Latinoamérica después del de Ciudad de México.