El país cuenta desde hoy con una nueva guía para que los planes, programas y proyectos de construcción de carreteras se desarrollen sin perjudicar los bosques y su biodiversidad, especialmente en zonas de alta sensibilidad ambiental como la Amazonia.
El lanzamiento de los Lineamientos de Infraestructura Verde Vial fue realizado por el presidente Iván Duque, en compañía de la ministra de Transporte, Ángela María Orozco y el Ministro de Ambiente, Carlos Correa. El desarrollo de esta guía contó con el apoyo técnico de WWF Colombia y la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).
El objetivo de esta herramienta es prevenir, mitigar y corregir posibles impactos negativos indirectos y directos para los ecosistemas y las personas, además de integrar criterios de cambio climático y optimizar el manejo de materiales durante la ejecución de los proyectos, lo que disminuye los costos de construcción y mantenimiento de carreteras.
Con esta guía no solo se beneficiarán los bosques. También se busca evitar conflictos sociales asociados a los proyectos de infraestructura vial -especialmente aquellos relacionados con el uso de la tierra- y afianzar la participación social y la gobernanza de las comunidades locales, por medio del fortalecimiento de capacidades.
Para este propósito se plantean mecanismos que faciliten la participación local en las propuestas de desarrollo y ordenamiento, entre ellos, los Planes Veredales de Desarrollo Sostenible; así como la divulgación de información para las comunidades sobre impactos ambientales, conflictos sociales y oportunidades que ofrecen los proyectos de infraestructura de transporte sostenible, con el fin de fortalecer los canales permanentes de comunicación entre las comunidades y entidades del Estado.
Guaviare: la prueba piloto
El primer proyecto piloto de esta nueva guía está siendo implementado en el departamento del Guaviare con el apoyo de Fundación Moore, WWF Colombia y FCDS. Es un gran aporte a la conservación de la región, teniendo en cuenta que, en las últimas décadas, la construcción de carreteras ha sido uno de los principales motores de deforestación en la Amazonia colombiana, como lo ha señalado el Ideam.
Las organizaciones involucradas están desarrollando este piloto en la vía San José - Calamar, ubicada en el departamento del Guaviare. Este es el tercer departamento más afectado por la pérdida de bosque en el país, pues sumó 24.330 hectáreas deforestadas, según el último reporte anual del Ideam.
La idea es que este piloto genere información técnica para considerar las principales variables ambientales, sociales y económicas aplicables, reducir al mínimo los riesgos y evaluar el proceso de toma de decisiones, con el fin de que estos criterios puedan ser replicables en todo el país.
Adicionalmente, WWF y FCDS apoyarán al Comité Interministerial entre los ministerios de Transporte y Ambiente para definir los mecanismos apropiados de adopción de los lineamientos y proporcionar recomendaciones de política o reglamentación que permitan su aplicación a mediano plazo.
Así mismo, se espera el involucramiento del sector financiero público y privado, nacional e internacional, para lograr que los lineamientos de Infraestructura verde vial se conviertan en salvaguardas que prevengan la financiación inapropiada de proyectos viales que promuevan la deforestación.
Algunos impactos
De 2005 a 2015, el 43% de la pérdida de bosque en la Amazonia se ubicó a menos de 1 km de una carretera, según la Caracterización de las principales causas y agentes de la deforestación a nivel nacional del período 2005-2015, del Ideam. El estudio concuerda con datos de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), que afirman que el 93% de las zonas abiertas por deforestación en Caquetá, Meta y Guaviare están a menos de 2 km de un acceso vial.
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El problema sucede por varias razones. Aunque la construcción de carreteras busca generar efectos positivos para el desarrollo social y económico, en muchos casos, su desarrollo está integrado a un contexto social, político y económico más complejo, lo que facilita la expansión agropecuaria o el acaparamiento de tierras en baldíos de la Nación, áreas protegidas o resguardos indígenas. Para Rodrigo Botero, director de FCDS, esto sucede en parte por la valorización que adquiere las áreas cercanas a los proyectos viales.
Además, como explica Mauricio Cabrera, asesor en relaciones de gobierno y asuntos Internacionales de WWF Colombia, la construcción de estas vías puede dar paso a otras amenazas para los ecosistemas como la explotación no controlada de recursos naturales como madera o minerales; además de proporcionar accesos a zonas anteriormente no intervenidas, acelerando el establecimiento de asentamientos humanos no planificados.
Gracias a los esfuerzos del Gobierno nacional y al pronunciamiento del presidente sobre los Lineamientos de Infraestructura Verde Vial, se espera que estos sean el nuevo camino hacia el desarrollo de infraestructura sostenible y resiliente en el país, para contrarrestar todas estas amenazas que perjudican la riqueza natural y social de los bosques colombianos.