Las acciones violentas contra los distintos tipos de liderazgo social han crecido un 93 % en la antesala de las elecciones regionales de octubre, en comparación con los comicios del 2019, indicó Alejandra Barrios, directora ejecutiva de la Misión de Observación Electoral (MOE).
Agregó que esta situación se presenta a pesar del cese bilateral el fuego que el Gobierno pactó con cuatro grupos armados desde el pasado 1 de enero. Por ello, dijo que se requiere un efectivo monitoreo del cumplimiento de esta medida en aras de garantizar unas elecciones seguras.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ve la MOE el preámbulo de las elecciones regionales?
ALEJANDRA BARRIOS: Hicimos una matriz de riesgo sobre las elecciones que se avecinan; con esa matriz es que estamos haciendo todo el ejercicio de análisis del proceso electoral.
En los temas de la matriz de riesgo que tenemos identificados están aquellos que son indicativos de fraude electoral. Dentro de estos estamos haciendo la línea de base al tema de la inscripción de las cédulas, para poder identificar posteriormente trashumancia electoral.
Cuando estamos hablando de la posibilidad de tener 120 mil candidatos o más, indiscutiblemente la financiación de las campañas políticas es un tema fundamental, y ahí una buena formación de los tribunales electorales es uno de los temas claves.
Tenemos reunión hoy con el Consejo Nacional Electoral, va a haber sala plena, y ahí vamos a llevar diferentes propuestas, dentro de ellas que podamos acompañar el tema de formación de los tribunales electorales, la forma como los vamos a poder apoyar a través del aplicativo Pilas con el Voto, que ya está funcionando.
ENS: Un clima de violencia antecede a estas elecciones regionales...
AB: Para nosotros es supremamente importante, por el impacto que puede tener en las elecciones, el proceso de diálogos y negociación que se está llevando en este momento a cabo.
Acabamos de sacar el segundo informe de violencia contra liderazgos sociales, políticos y comunales, y solamente para darse una idea frente a las elecciones del 2019, tenemos un incremento del 93 % de las acciones de violencia contra los diferentes tipos de liderazgos.
De manera particular casi el 30 % se concentra en los municipios que conformaron la Circunscripción Transitoria Especial para la Paz de Valle, de Cauca y de Nariño. Y las que son las zonas PDET siguen siendo las de mayor concentración de la violencia contra este tipo de liderazgos.
Aquí lo grave es que estamos hablando del poder local, son un poco más de 20 mil cargos que se van a poner en disputa, y si esto se está haciendo en un contexto de diálogos donde se está incrementando la violencia y donde no hay un monitoreo claro frente a los ceses unilaterales o bilaterales del fuego.
Lo que hemos visto es que estos se han roto en Arauca, en el Cauca, en Nariño. En alrededor de nueve departamentos se han presentado acciones por parte de grupos que han señalado que entraban en cese bilateral.
Se ha hecho un seguimiento por el mecanismo de verificación de Naciones Unidas, por la OEA, pero se necesita un seguimiento para saber exactamente cómo va el cumplimiento de esta decisión que es fundamental cuando vamos a procesos electorales.
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ENS: ¿Qué otros elementos destacan de cara a estas elecciones?
AB: Dentro de las debilidades institucionales, la actual eclosión de partidos políticos y más de 700 grupos significativos de ciudadanos en este momento.
Eso significa que a lo largo y ancho del país estamos encontrando un altísimo interés de presentarse con candidaturas, pero tenemos muchos partidos políticos nuevos que no tienen la capacidad para definir de manera idónea cuáles son sus candidatos.
Si no tienen capacidad para hacerle seguimiento y control a la financiación de esos candidatos, podríamos encontrarnos con un fenómeno de compra y de venta de avales, y al mismo tiempo que esto ocurre pues obviamente lo que podemos empezar a encontrar es un desorden completo en las coaliciones.
¿Qué va a ser lo que va a mandar la parada en la competencia electoral, de manera particular en los departamentos más grandes y en las ciudades capitales? Las coaliciones. Y lamentablemente como no están reglamentadas las coaliciones, vamos a encontrar una fiesta de todos con todos sin ningún tipo de identidad ideológica, sino buscando el éxito electoral.
ENS: Había expectativa de que en estas elecciones entraran la reforma política y el nuevo Código Electoral. ¿Qué se pierde por no haberlo logrado?
AB: Nos vamos a ir con las mismas reglas de juego. A nosotros no nos preocupa, más bien nos hubiera preocupado que se estuviera discutiendo una reforma electoral y un Código Electoral que pudieran ser aplicados para las elecciones de octubre.
Ya tenemos un escenario de incertidumbre y de polarización lo suficientemente fuerte, como para además agregarle la incertidumbre en términos de las reglas de juego.
Cuando estamos hablando de la reforma política, estamos hablando de una reforma constitucional donde puede haber cambios muy fuertes en reglas de juego, sobre todo lo que tiene que ver con la democracia interna de los partidos y la forma en que se conforman las listas, financiación de las campañas políticas, y todo eso necesita un proceso de alistamiento y de organización por parte de los partidos, que eso no se tendría listo para octubre.
Lo mismo pasa con el Código Electoral, que hemos sido muy críticos en que se haya incluido un capítulo de más o menos 100 artículos que hace referencia al registro de ciudadanos. Eso no va en un Código Electoral. Estamos poniendo a nivel de ley estatutaria una gran cantidad de artículos que son especialmente procedimentales referentes a la identificación de los ciudadanos.
Así que tenemos que esperar a ver qué es lo que termina pasando con el Código Electoral, pero es un Código muy complejo que tiene solamente hasta junio de este año, porque después el Congreso empieza, no una operación tortuga, sino porque se pone en modo tortuga debido a las elecciones de octubre, pues todos los representantes a la Cámara y senadores se van a sus regiones a promover las candidaturas de sus respectivas organizaciones políticas.
Entonces el tiempo es muy corto para una ley estatutaria, para discutirla a fondo.