Para las elecciones regionales y locales del próximo 29 de octubre hay cifra récord de inscripción de grupos significativos de ciudadanos, que buscan avalar candidatos y listas por el mecanismo de firmas. "Hay un incremento del 500 %”, anunció el registrador nacional, Alexánder Vega. Detalló que por ahora se reportan más de 700 de estos colectivos registrados. 

Agregó el registrador que “eso quiere decir que habrá más candidatos para las elecciones territoriales de 2023". 

Si bien algunos consideran que este hecho es positivo, en el sentido de que cada vez más ciudadanos se deciden por aspirar a cargos de elección popular sin el respaldo de un partido político, otros piensan que esto es una muestra de la crisis de las colectividades, porque habrían perdido en cuanto a representación de lo que verdaderamente quiere la gente y no estarían suficientemente conectadas con la realidad nacional. 

La mayoría de los grupos significativos de ciudadanos y movimientos sociales que se han inscrito hasta la fecha es para respaldar candidatos a alcaldías: son más de 560 en el país; le siguen para apoyar aspirantes a gobernaciones, con cerca de 50.  

Para respaldar listas a concejos distritales o municipales se han registrado más de 40 grupos significativos de ciudadanos y movimientos sociales; para apoyar listas a juntas administradoras locales (JAL) se han inscrito más de 10 de estos colectivos ciudadanos.  

Finalmente, más de seis grupos significativos de ciudadanos y movimientos sociales se han inscrito ante la Registraduría para respaldar por medio de firmas listas a las asambleas.

Medellín es donde más grupos significativos de ciudadanos y movimientos se han inscrito para respaldar con firmas la inscripción de candidatos a la Alcaldía, con 16, lo que muestra un poco lo caldeado que está el ambiente político alrededor de la alcaldía de Daniel Quintero y de los comicios venideros.  

Es posible que al menos la mitad de estos 16 grupos logren las firmas de ciudadanos que exige la ley para inscribir en las elecciones de octubre a los candidatos que respaldan. 

Además de los aspirantes por firmas que cumplan los requisitos para inscribirse para la Alcaldía de Medellín, se espera que se presenten al menos dos candidatos más de coaliciones de partidos; una en donde estaría la carta del alcalde Quintero con el respaldo de las fuerzas del petrismo y los alternativos, y la otra, un fuerte bloque de sectores de derecha liderados por el uribismo. 

En Cartagena no se quedan atrás en el alto número de movimientos que ya están recogiendo firmas en las calles para poder inscribir los aspirantes que quieren respaldar, pues son 15.  

Otras capitales con un alto número de comités ciudadanos y movimientos que se han inscrito ante la Registraduría con este propósito son Cali con 12, Bogotá y Santa Marta con 7. 

En tanto que en cada una de las siguientes capitales se han inscrito 5 comités ciudadanos: Cúcuta, Ibagué, Manizales, Montería, Neiva, Pereira, Riohacha y Villavicencio. Mientras que en Barranquilla son 4 hasta el momento. 

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 Pasados comicios 
 
Para las elecciones regionales de 2019 se inscribieron 1.253 grupos significativos de ciudadanos; en los comicios del año 2015 fueron 810 de estos colectivos, mientras que para la justa electoral de 2011, apenas fueron 181 los inscritos. 

La Misión de Observación Electoral (MOE) en un informe indicó que “teniendo en cuenta los comportamientos de los años anteriores para elecciones locales, en 2019 ha sido la mayor cantidad de GSC (Grupos Significativos de Ciudadanos) inscritos en las últimas tres elecciones locales en Colombia. Se inscribieron 443 (se incrementó en un 55 %) más que para las elecciones de 2015”. 

Discriminados por cargos a elegir, en los comicios de 2019 se inscribieron 707 grupos significativos de ciudadanos para alcaldías, 339 para concejos, 83 para gobernaciones, 10 para asambleas y 134 para JAL. 

Señala la MOE que “el incremento del número de GSC en las últimas elecciones, incluidas las de 2023, puede tener distintas explicaciones. Primero, en la práctica estos candidatos amplían hasta ocho meses el tiempo que dedican a promocionar su candidatura”. 

En este sentido, explica que los GSC “pueden empezar a recoger firmas una vez les entreguen el formulario de recolección de estas, lo cual en teoría podría hacerse desde el mismo día que se inscribe, si la revisión por parte de la Registraduría y la entrega del acta de inscripción es inmediata, y tienen plazo de entregar las firmas hasta el 29 de junio de 2023, mismo día que arranca la inscripción de candidaturas dentro de partidos y movimientos con personería jurídica. Si bien no pueden hacer campaña electoral, los candidatos y candidatas pueden hacerse visibles recogiendo firmas para su GSC”. 

Otra razón que considera la MOE para esta explosión de grupos significativos de ciudadanos es que algunas candidaturas, debido a la desconfianza y mala imagen de los partidos políticos por parte de la ciudadanía, buscan candidatizarse por medio de un GSC para presentarse como independientes y no ligadas a la clase política y los partidos políticos. 

Sin embargo, agrega, “es importante precisar que algunas candidaturas también buscan participar por medio de GSC para medir su popularidad electoral y en función de ello negociar coaliciones y avales con las organizaciones políticas existentes”. 

Vale señalar que el registrador Vega advirtió ayer, al instalar en Pereira la Comisión de Seguimiento Electoral del Eje Cafetero, que “se pueden inscribir por firmas, es el derecho, pero la propaganda que se haga es para inscribir las firmas, ningún comité promotor puede hacer campaña a título de personas”. 

Añadió que “si llega a aparecer propaganda alusiva a candidatos, con el poder de policía que tienen los alcaldes pueden retirar esa publicidad”.

Crisis en los partidos

Jorge Luis Yarce Tamayo, magíster en estudios políticos e internacionales, dijo a EL NUEVO SIGLO sobre la explosión de grupos significativos de ciudadanos en las elecciones que “eso viene siendo un fenómeno mantenido en el tiempo, en la medida en que entramos en una circunstancia que denominamos la crisis de la democracia moderna. Los partidos ya no representan ningún fenómeno ideológico, político, no defienden una idea clara, no son bandera de nada. Son simplemente agrupaciones que promueven gente con distintos intereses”.

Expuso que en la medida en que los partidos pierden el papel fundamental que tenían en la democracia clásica, la representatividad, “pues entonces los ciudadanos empiezan a ver que no es necesario ser militante de ningún partido para ser parte del gobierno y para ostentar poder. Y empezamos a ver esta proliferación de movimientos, que en su mayoría son personalistas”.