Este domingo los alemanes votaron en dos elecciones regionales, donde los conservadores de la canciller Angela Merkel podrían sufrir una dura derrota, debido a que están enredados en un escándalo financiero, a seis meses de las legislativas nacionales.

Los colegios electorales cierran a las 18:00 hora local e inmediatamente se conocerán las primeras estimaciones.

El escándalo se debe a las recientes revelaciones sobre el llamado “caso de las mascarillas” donde se sospecha de dos diputados que habrían recibido comisiones por la compra de mascarillas al principio de la pandemia del coronavirus, empañando así la imagen de la mayoría de su partido (CDU).

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La Unión Cristiana Demócrata ya aparece como la perdedora en las dos regiones del suroeste, Baden-Wurtemberg y Renania Palatinado, donde cerca de 11 millones de electores deben renovar los respectivos parlamentos regionales.

Al “caso de las mascarillas” se le suma las crecientes críticas sobre la gestión de la crisis sanitaria, anunciando así “sombrías perspectivas” electorales para los conservadores, opinó este domingo el diario popular Bild.

Muchos politólogos estiman que la CDU atraviesa “su crisis más grave” desde el escándalo de las cajas negras que precipitó la caída de Helmut Kohl a fines de los años 90.