La confrontación armada entre grupos ilegales tiene en vilo a decenas de habitantes de la vereda 'Espabe' y miles de familias campesinas de cinco poblaciones de la zona rural del municipio del Charco, Nariño. 

Desde el pasado 16 de marzo, hay desplazamiento y confinamiento de personas por temor a los enfrentamientos que se disputan en el corredor estratégico que permite la entrada y salida a la cordillera occidental y al Pacifico en Nariño.

La directora de la oficina municipal para la Atención a Víctimas, Diana Palacios, dijo que la situación es muy preocupante porque estas familias están padeciendo angustia, dolor y viven su propia tragedia porque algunos de ellos han perdido sus seres queridos.

Asimismo, hay varias personas de la parte alta del rio Tapaje, en el municipio del Charco, que se encuentran afectadas psicológicamente debido a que desde hace casi 20 días no han tenido ninguna comunicación con sus familiares, quienes lograron huir del fuego cruzado y ponerse a salvo en el casco urbano.

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Palacios añadió que estas familias que viven en las veredas Santa Catalina, las Mercedes, Mata Palo y el Cuil son personas vulnerables, quienes viven de las labores del campo y debido a la situación de violencia, han tenido que dejar sus obligaciones, empeorando así su situación económica. Hace falta la presencia del Estado, afirmó Palacios. 

La funcionaria advirtió que la situación es preocupante puesto que hay escases de alimentos y medicamentos, y ni la misión medica entra por temor a quedar en medio del fuego cruzado.

“Nos duele lo que está sucediendo con nuestros campesinos de las veredas de la parte alta del rio Tapaje”, dijo Palacios, quien pidió ayuda urgente para superar esta grave crisis humanitaria.