Avanza proceso de descontaminación del río Bogotá | El Nuevo Siglo
La CAR anunció hace unos meses que construirá en la cuenca media del río Bogotá cuatro áreas multipropósito en distintos puntos de las localidades de Bosa, Engativá y el municipio de Soacha.
Cortesía CAR
Martes, 3 de Mayo de 2022
Redacción Nacional

El río Bogotá, la fuente fluvial más importante de la capital del país, se encuentra en un proceso de descontaminación que comenzó a materializarse en el año 2014.

En marzo del año pasado el director de la Corporación Autónoma Regional (CAR), Luis Fernando Sanabria, indicó que ya se habían removido ocho millones de residuos, sedimentos y basura del afluente, ¿pero cómo avanza la recuperación de todo lo que hay a su alrededor?

Para resolver esta pregunta, EL NUEVO SIGLO habló con el asesor del Fondo para las Inversiones del Río Bogotá, Amaury Rodríguez, quien se refirió a la consolidación de unas zonas multifuncionales para la recuperación propiamente dicha de sus alrededores.

“Ahorita nos encontramos enfocados en la construcción de algunas plantas de tratamiento en los 46 municipios que comprenden la cuenca del río y estamos atendiendo unos ecosistemas estratégicos que requieren de un especial cuidado. Las intervenciones que buscamos realizar deben ir totalmente articuladas con todo el entorno porque lo que estamos buscando es fortalecer una verdadera recuperación ambiental y en la zona media del río establecimos unas áreas de inundación controladas que serán intervenidas este año”, comenzó por explicar a EL NUEVO SIGLO el asesor Rodríguez, quien refirió que alrededor de toda la ronda de este afluente se han sembrado más de 85 mil árboles, en su mayoría nativos.

Zonas multifuncionales

Las áreas mencionadas, también denominadas zonas multifuncionales, serán intervenidas para construir lagos, viveros y otras infraestructuras, además llevar adelante un proceso de reforestación, para propiciar espacios para que la flora y la fauna vuelvan a restablecerse en estos lugares.

Estas cuatro áreas multipropósito, ubicadas en distintos puntos de las localidades de Bosa, Engativá y el municipio de Soacha, permitirán avanzar en la recuperación de este afluente, y para ello se realizará un proceso que incluirá plantación de especies nativas que propicien el retorno de fauna, especialmente aves, y la consolidación de lagos o humedales artificiales para el retorno de especies acuáticas.

A este respecto, de acuerdo con Alejandro Torres, biólogo del FIAB, una de las especies que se espera retorne es el chamón, un ave relativamente común pero que desaparece por completo de aquellas zonas afectadas por contaminación o intervenciones antrópicas (modificaciones producidas por la acción del ser humano), por lo que su regreso indicaría un buen avance en la descontaminación del río.

En cuanto a fauna acuática se espera el retorno de especies como la tingua bogotana que, al igual que el chamón, es bioindicadora y además está en peligro de extinción. Por último, vale referir que como complemento a las actividades de la PTAR El Salitre, en estas zonas se instalarán biofiltros, construidos a partir de plantas nativas que ayudarán a mejorar la calidad del agua del río.

La idea es que el agua ingrese a las madreviejas (humedales consolidados en cada área multifuncional) y a través de los biofltros se limpie y se depure, separando los elementos contaminantes para que luego regrese al río”, explicó el biólogo de la CAR.



Las funciones de estas zonas

Estas áreas cumplirán con tres funciones esenciales: la primera de ellas será la de amortiguar las inundaciones para que estas se den de manera regulada. En una segunda medida, servirán para conservar y proteger la fauna y la flora (lo que implicará un proceso de restauración); y en tercer lugar, le darán al río una ambientación paisajística y generarán espacios para la recreación pasiva y el aprendizaje ambiental alrededor de la cuenca.

Dichas zonas tienen un área entre 16 y 42 hectáreas, para un total de 116 hectáreas que fueron adquiridas por la Corporación Autónoma Regional (CAR) durante las obras de adecuación hidráulica que culminaron en el año 2017, cuando en su momento se realizó la adecuación de estos terrenos.

“De estas áreas vamos a intervenir cuatro: la más pequeña tiene 16 hectáreas, la más grande tiene 42 y tenemos planeada su intervención en lo que queda de este año y en toda la vigencia del próximo”, añadió el asesor Rodríguez, quien recordó que el río tiene tres cuencas, cada una de las cuales tiene avances distintos en sus respectivos procesos de descontaminación.

Está la cuenca alta, que va desde el nacimiento del páramo de Guacheneque hasta un sector que se denomina Puente La Virgen en Cota. Luego viene la cuenca media, desde la variante Suba-Cota hasta las Compuertas de Alicachín y, en tercer lugar, viene la cuenca baja, desde ese punto hasta su desembocadura al río Magdalena en Girardot, muy cerca de Flandes.

“En la cuenca alta nos quedan pendientes obras de adecuación hidráulica que no son de la misma dimensión ni características que las que hemos desarrollado en la cuenca media, de una envergadura altísima porque en esta cuenca el río ya ha recibido las descargas de Bogotá (mayor caudal). Estamos haciendo toda la planeación sobre cómo va a ser el manejo de todas estas zonas de inundación controlada que se dejaron en este sector. Y después de esos 42 kilómetros nos quedan otros 72 en los que debemos realizar algún tipo de obra, muy diferentes a todas las demás. Entre más arriba de la cuenca estamos, más características de conservación encontramos (no está tan contaminado)”, precisó el asesor que es lo que queda pendiente en cada una de las cuencas. 

No obstante, no se aventuró a precisar cuál es el avance total de la descontaminación total del río, aludiendo a que son varios los aspectos que este proyecto ha comprendido. “Desde el aspecto de adecuación hidráulica, que es mejorar la capacidad de agua que puede soportar el afluente para controlar inundaciones, vamos en un porcentaje muy alto. Pero desde el punto de vista de saneamiento básico, que es lograr que al río le llegue agua de mejor calidad, pues falta construir PTAR con una de la envergadura de la de Canoas, y eso sin contar las plantas que falta construir en varios de los 46 municipios que mencioné. Depende del enfoque con el que se vea pero dar un porcentaje de avance general es muy difícil de avizorar”, añadió Rodríguez.

Vale referir que estas obras se ejecutarán con base en normas del Banco Mundial, que financia el megaproyecto de descontaminación del río.