Teatro Julio Mario Santo Domingo le abre el telón a “La Bella Otero” | El Nuevo Siglo
La obra, coreografiada y dirigida por Rubén Olmo, cuenta la historia de una de las artistas más famosas del siglo XIX.
Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo
Martes, 2 de Mayo de 2023
Redacción Cultura

“La Bella Otero”, un espectáculo que narra el drama de la bailarina española y que recorrió los teatros de todo el mundo, llega esta noche al Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.

Esta será la cuarta gira de esta obra desde su estreno en julio de 2021 en Madrid, y desde entonces ya ha pasado por Sevilla, Albacete y Málaga. Finalmente aterriza en Colombia.

El espectáculo contará con la artista invitada Patricia Guerrero y con la colaboración especial de Maribel Gallardo. La obra, coreografiada y dirigida por Rubén Olmo, cuenta la historia de una de las artistas más famosas del siglo XIX, a través de la fusión de flamenco, danza estilizada, danza contemporánea y folclore.

“Que una de las mujeres más famosas de su época fuera de un pueblo de Pontevedra es lo que me atrajo de la historia de la ‘Bella Otero’. Tenía muchas ganas de crear una coreografía sobre ella, pero sabía que tenía que ser con un gran ballet. Dirigir el Ballet Nacional de España me ha dado esa oportunidad: he puesto la danza al servicio del argumento para contar la vida de una mujer sorprendente, utilizando desde el folclore hasta la danza contemporánea”, resalta el director Rubén Olmo.

Esta presentación hace parte de la temporada España País Invitado de Honor y está organizada por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música INAEM, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comunidad Europea y Cooperación, la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo AECID y la Embajada de España en Colombia. Con financiación de Unión Europea NextGeneration EU y el apoyo de Plus Ultra y Keralty - Colsanitas.



Con danza y coreografía

La coreografía que Rubén Olmo ha diseñado para “La Bella Otero” utiliza diversos estilos de danza para que filtrados por su personal forma de bailar, pueda acercar al público lo relatado en cada escena del guion. El público podrá encontrar desde una muñeira procedente del folclore gallego en la escena de la romería hasta danza contemporánea y conceptual en el juicio de Rasputín, un zapateado que recuerda a los musicales de Fred Astaire y Ginger Rodgers en su exitosa gira mundial o la danza española tradicional en la representación de la ópera Carmen, de Bizet, que marca el destino de la protagonista.

Al transcurrir el argumento por tan variados escenarios y países, la obra pinta un rico fresco histórico de los estilos vigentes a finales del siglo XIX. Rubén Olmo ha creado una versión personal de danzas coetáneas a la protagonista como el cancán de los cabarés parisinos, el baile de la etérea pionera de la danza moderna Loïe Fuller o el flamenco que se representaba en los cafés cantantes de la época, los antecesores de los tablaos flamencos.

Dos de los números que hicieron famosa a “La Bella Otero” fue la bulería, que bailaba vestida de torero con 10 guitarristas, y el erótico baile de reminiscencias árabes e hindúes con el que hechizaba al público vestida con las joyas que le habían regalado sus amantes.

“Cuando ni siquiera había iniciado mi carrera como coreógrafo, encontré unas postales de la ‘Bella Otero’ en una tienda de segunda mano. Cuando descubrí que una de las mujeres más famosas de su época era de una aldea de Pontevedra tuve claro que tenía que crear un ballet sobre su vida. Pero sabía que necesitaba tener el respaldo de una gran compañía para poder realizarlo como lo imaginaba, como un espectáculo de gran formato; dirigir el Ballet Nacional de España me ha permitido hacerlo realidad”, explicó Rubén Olmo sobre el origen de su coreografía.

El director recalcó que ha puesto la danza al servicio de la historia para conseguir la fusión de estilos, desde el folclore al flamenco y la danza estilizada, para contar bailando la historia de una mujer que se inventó a sí misma a partir de un suceso trágico de su infancia y triunfó como artista y cortesana para terminar arruinada por el juego.