COMO parte de su apuesta por el mercado colombiano, Vicente Cebrián Sagarriga, dueño de Marqués de Murrieta, premiada como la mejor bodega de vinos del mundo, visitó Colombia para conocer más de esta industria en el país y seguir transmitiendo la filosofía de la marca que lleva más de 170 años de historia y que está presente en cien países.
En diálogo con EL NUEVO SIGLO, Vicente Cebrián Sagarriga, conde de Creixell (municipio de Catalunya, España), destacó que su visita se debe a que “estamos percibiendo que este país con un presente en el consumo del vino francamente positivo. Tiene un alto consumo de vino de alta calidad. España tiene mayor posicionamiento en Colombia y porque cada vez hay más deseos de grandes vinos de calidad”.
La bodega fue reconocida como la mejor del mundo en los premios entregados por Great Wine Capitals Global Network, por ser un “ejemplo perfecto de equilibrio entre respeto por la tradición y la continua innovación”.
El conde visitó Colombia por primera vez, de la mano de Dislicores, para ser testigo del fortalecimiento de la industria y la cultura vinícola en nuestro país, que en el año anterior tuvo un crecimiento del 30,60 % de acuerdo con cifras de Asovinos.
“Colombia es un país clave en cuanto al consumo de vinos y está en un momento fantástico debido a su evolución en la cultura de estos productos, cada vez se están interesando más en ellos, sobre todo los de producción española”, explica Cebrián Sagarriga, quien destacó que su estadía en el país constituye una oportunidad para seguir posicionando el potencial de la industria vinícola colombiana, cuya cultura ha venido creciendo de manera significativa en los últimos años, lo cual se refleja en los informes que entregan consultoras como Nielsen, que ubicó al vino en la segunda posición en ventas de bebidas alcohólicas en 2022, con un 14,2 %, solo siendo superado por la cerveza.
“En el mundo del vino hablar de equilibrio es fundamental. Es hablar de belleza, de excelencia y perfección. La excelencia es calidad y debe estar en cada uno de los detalles en el que una empresa dedica su tiempo”, afirma el empresario.
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Prestigio y exclusividad
De acuerdo con Luz María González de Bedout, Chief Legal and Relationship Officer de Dislicores “contar con la visita del presidente de la mejor bodega del mundo es un honor y fundamental para potencializar nuestro portafolio de marcas de lujo, ya que tenemos líneas como Marqués de Murrieta nos alineamos completamente a su filosofía de belleza, excelencia y perfección; fortaleciendo así la cultura vitivinícola del país a través de la distinción, exclusividad y elegancia; valorando cada detalle que ofrece el mundo del vino”.
El conde visitó Bogotá, Medellín y Cartagena; teniendo en cuenta que, según Nielsen, estas son las ciudades con mayor consumo de vino en Colombia, con un 48 % y 26 %, seguidas por la Costa Atlántica (13 %) y Cali (7 %). En el país su apuesta es por vinos tinto, blanco y rosados como Pazo Barrantes, Marqués de Murrieta Reserva, Marqués de Murrieta Gran Reserva, Primer Rosé, Capellanía y Dalmau, que se consiguen en Colombia de forma exclusiva en las tiendas de Dislicores, la cual desde el 2019 los distribuye en el país.
Asimismo, su Castillo Ygay 2010 fue elegido como el mejor vino del mundo en 2020 por la revista Wine Spectator; en el 2016 lograron que por primera vez en la historia un vino blanco español recibiera los cotizados 100 puntos de Robert Parker (Castillo Ygay, 1986, viura y malvasía); son la bodega española con más vinos calificados con 100 puntos en The Wine Advocate, la famosa guía creada por Parker; a comienzos de 2022, su enóloga, María Vargas, fue escogida como la mejor enóloga del mundo en los Wine & Spirits Awards y este año lograron el reconocimiento como mejor bodega del planeta en los premios de la Red Mundial de Grandes Capitales del Vino.