Perspectiva. Cóndor de los Andes hizo “vuelos de reconocimiento” | El Nuevo Siglo
EL ESTUDIO para determinar si el cóndor de los Andes hace presencia en el Páramo de Sumapaz, debe finalizar en octubre, en su Fase I.
/Yovany Florez-F. Neotropical
Sábado, 1 de Julio de 2023
Redacción Medio Ambiente

CONFIRMAR si existe presencia permanente o si solo el majestuoso vuelo del cóndor Andino por los aires del Páramo de Sumapaz es ocasional o de ‘reconocimiento’, es la misión que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), le encomendó al biólogo marino Francisco Ciri León.

“Desde años atrás hemos escuchado hablar de la presencia de esta especie en esta región, no obstante, poco se ha hecho para confirmar si son ciertos esos rumores”, dice Ciri.

Añade que “queremos corroborar su presencia o si solo se trata de visitas esporádicas de los ejemplares liberados en el Parque Nacional Natural Chingaza en 1995. Por esa razón, nos interesa hablar con los adultos mayores que tienen un conocimiento claro de cómo era el páramo en antaño”.

“El cóndor es un limpiador natural de los animales que mueren en el páramo, situación que evita la proliferación de bacterias que pueden generar enfermedades en los humanos, y contribuye a mantener el equilibrio en los ecosistemas”, asevera.

Recuerda que el cóndor Andino estuvo presente desde la Patagonia argentina y chilena hasta La Guajira en Colombia, por toda la cordillera de los Andes y las costas del Pacífico Sur. “Para nuestro país los registros datan de su presencia en las cordilleras Central y Oriental hasta La Guajira por la serranía del Perijá y Mérida, Venezuela”, agrega el profesional vinculado a la CAR desde hace 18 meses.

Agrega que “su presencia en los páramos de Chingaza y el nevado del Huila registrada bibliográficamente, pero no para Sumapaz, que debió ser ‘vuelo obligado’ para conectarse por la cordillera, ya que, para el cóndor, que puede volar más de 200 km en un día y dado su carácter explorador, la distancia entre Sumapaz y el nevado del Huila es muy corta. Por ello, teniendo en cuenta que la CAR tiene jurisdicción en varios municipios del Páramo de Sumapaz, del que se dice es el más grande del mundo, desde la Dirección de Cultura Ambiental y Servicio al Ciudadano, se orientó la directriz de apoyar la implementación del ‘Plan de Manejo y Conservación del cóndor Andino, jurisdicción CAR, 2018’, adelantando acciones para validar su presencia o ausencia en el territorio y posteriormente desarrollar jornadas de educación ambiental, orientadas al conocimiento  de la biología y ecología de la especie y sensibilización sobre la importancia, no solo del cóndor, sino de todas las especies de aves carroñeras que habitan en las áreas de influencia directa e indirecta del páramo”.

El censo

De acuerdo con el cronograma, el censo, que empezó en mayo, debe finalizar en octubre en su Fase 1.

“Estamos en la fase inicial, relacionamiento y socialización con las comunidades de las cabeceras municipales del área de influencia directa de la jurisdicción y con las demás entidades públicas del territorio: Parques Nacionales y Secretaría Distrital de Ambiente, entre otras”, manifiesta.

Señala que “una vez se termine el presente trabajo, dependiendo de los resultados, se dará continuidad a las otras líneas de acción y estrategias propuestas en el Plan de Manejo y Conservación del cóndor Andino de la CAR”.

Pero ¿hay presencia del cóndor Andino en este páramo? “Habitantes y algunos caminantes, han reportado su presencia en la parte alta del municipio de Pasca, los cuales pueden ser vuelos exploratorios o esporádicos de una pareja sobreviviente de los liberados en Chingaza en 1989, año en que, para garantizar la conservación de la especie, el entonces Inderena junto con la Sociedad Zoológica de San Diego, California, entre 1989 y 1991 liberaron 5 parejas (5 machos, 5 hembras)”.

Indica que la comunidad aporta al estudio “información sobre avistamientos, recientes o antiguos, propios o referidos, indicando, de ser posible, actores y lugares. Compartir historias, cuentos, leyendas que sobre la especie, llamada cóndor, buitre o carraco, hayan oído”.

Explica que la importancia que tiene la presencia del cóndor de los Andes para el Sumapaz es, “por una parte, saber si se estableció antiguamente en el territorio o fue este un corredor de paso entre Chingaza y los nevados del Huila y Tolima. Un segundo punto es que teniendo en cuenta que el nombre de Cundinamarca, en la familia lingüística Chibcha, es ‘Kuntur Marga’, que traduce ‘lugar o comarca del cóndor’, es importante validar bibliográficamente, la presencia de las especie en territorios ancestrales que dieron origen al nombre y un tercer punto es que siendo el cóndor, una especie carismática, pero con muchas leyendas e imaginarios que la ponen en riesgo ‒como al oso andino‒ llegar a las comunidades para hablarles, desde la educación ambiental, de la importancia de la especie para los ecosistemas desde los biótico y ambiental, junto con el concepto de soberanía nacional e importancia cultural para nuestra raíces en la conformación del territorio. Y hablarles no solo del cóndor, sino también de los recursos, fauna, flora, suelo y agua”.



Riesgos

Señala Francisco que el mayor riesgo que corre esta especie “es el desconocimiento de su importancia ancestral y actual para Colombia. Los imaginarios que se tejen a su alrededor, las malas prácticas agrícolas y ganaderas; la cacería, ‒práctica tan arraigada‒, que aún se mantiene ilegalmente, para matar como trofeo o captura como mascotas; el envenenamiento de cebos para otras especies, felinos y perros ferales, principalmente, práctica igualmente ilegal que aún subsiste en áreas rurales y, por último, las reden eléctricas”.

En cuanto a las acciones que se pueden emprender para protegerlo, dice Ciri que “en lo que corresponde a la jurisdicción CAR, aplicar el Plan de Manejo y Conservación de la especie”.

Con relación a la importancia para las comunidades indígenas, explica que “la especie no solo es y deber ser de importancia para las comunidades nativas americanas del altiplano, sino también para todos los habitantes del territorio nacional, teniendo en cuenta que es una especie ‘multicultural’ que cobija a los países andinos y si lo vemos con una mirada integradora, nos cohesiona cultural, social y ambientalmente. Colombia, puntualmente, es el símbolo patrio vivo, constituido desde 1834 por el entonces presidente de la Nueva Granada, el General Francisco de Paula Santander. Y si nos referimos a las comunidades indígenas actuales, en el resurgimiento y fortalecimiento de su historia y rituales, el cóndor es un actor importante que, desde los asentamientos de los primeros habitantes del territorio, ha estado presente, haciendo parte de su identidad ancestral, que ahora también es nuestra, de la Colombia actual”.

Recuerda que de acuerdo con “la Fundación Neotropical, con el apoyo de la Fundación HGD, Fundación cóndor Andino del Ecuador, WWF, Riqueza Natural, entre otras instituciones, comunidades y Corporaciones, realizó en febrero de 2021 el primer censo para la especie, registrando en su momento, 63 individuos en 84 puntos de observación establecidos entre La Guajira y norte del Ecuador”.

“Según el censo de 2021 entre los santanderes y Boyacá está la mayor cantidad de ejemplares, pero por diferentes razones, no pudo evaluarse, sino un punto en Sierra Nevada de Santa Marta, región en la que se cree, hay el mayor número”, explica este biólogo encargado por la CAR de liderar el estudio.