Mientras Europa sufre las consecuencias de la disminución del suministro de gas por parte de Rusia debido a la guerra en Ucrania, en Colombia los estratos más necesitados del país sufren las consecuencias del incremento de precios, principalmente del GLP (gas licuado de petróleo, también conocido como gas propano), luego de que Ecopetrol anunciara el retiro del subsidio a estos energéticos.
Desde el 1 de julio, un usuario está pagando un 15% de más por un galón de 40 kilos, que está entre $92.000 y $95.000.
Precisamente, ahora que el gobierno entrante anunció que se iniciaría una fuerte transformación energética, tiene el reto de establecer cómo podría fortalecer el uso del gas en el país, debido principalmente a que este combustible es uno de los más usados por la población, ya no solo en los hogares sino también en la actividad industrial e incluso en la movilidad.
De acuerdo con el presidente de Agremgas (Asociación Gremial Colombiana de Comercializadores de Gas), Felipe Gómez, desde el inicio de este mes ya no se ha aplicado el descuento de Ecopetrol que aportó –en el primer semestre de 2022– el 80% del GLP al mercado.
Mayor impacto
El dirigente gremial señala que “el precio de Ecopetrol al distribuidor, de $1.577 pasó a más o menos $2.260. Obviamente, el impacto para el usuario es muy grande, ya que si bien se reducían por parte de Ecopetrol $450 aproximadamente por kilo en el cilindro, el usuario recibía más o menos $600 hasta $700 de descuento por la reducción del margen de distribución y eso lo certificaba la Superintendencia y era un mecanismo que, bajo la óptica del mercado y del beneficio del usuario, venía funcionando muy bien”.
“Si uno tiene un BBQ y compra el cilindro no le impacta mucho, los verdaderos afectados son los estratos uno y dos, los vendedores informales, las panaderías o cafeterías de los barrios, restaurantes; es decir, negocios pequeños y medianos. Así como el sector residencial, que son más de 3,4 millones de familias o 12 millones de usuarios que cocinan con GLP”, señaló Gómez.
El presidente de Agremgas indicó que, además de la eliminación del subsidio, Ecopetrol para julio prometió mayores cantidades de entrega al mercado, pero en este mes redujo la oferta en un 10%.
“Solo está entregando en un 90% las cantidades de Cusiana y Cupiagua, que son las fuentes principales. Entonces, por esa vía el costo para el distribuidor también sube muchísimo, porque tienen que conseguir producto importado, de un tercero no regulado, y es mucho más costoso. Esa es nuestra línea de problemas”, precisó Gómez.
El subsidio establecido por ley para el GLP debía ser de 50% para estrato uno y 40% para estrato dos. Se asignaban alrededor de $62.400 millones y se atendía a 250.000 familias.
Por su parte, el presidente de Gasnova, Alejandro Martínez, dijo a los medios que “nosotros decimos que se deberían asignar no $62.400 millones, sino $400.000 millones, o sea, multiplicar por ocho el subsidio para llegar a 1,5 o dos millones de familias, siete millones de usuarios, de estratos 1 y 2, comunidades étnicas en todo el territorio”.
Por otra parte, y respecto al gas natural, este combustible pasa por su mejor momento, gracias al anuncio del Parlamento Europeo de otorgar la categoría de energía verde a este energético e incluirlo en la lista de actividades económicas medioambientalmente sostenibles, mejor conocida como “Taxonomía de la UE”.
La Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas) dijo a EL NUEVO SIGLO que el país debe aumentar el promedio anual de cobertura de este servicio para familias estrato 1 y 2 en un 30%, lo que permitirá alcanzar una cobertura promedio de 303.200 nuevos usuarios por año.
Este anuncio abre la posibilidad de fortalecer la implementación de la Ley 2128 de 2021, que busca incentivar el abastecimiento del gas natural en hogares, industrias y transporte, así como la masificación de su uso en el territorio nacional, crear programas de sustitución de combustibles nocivos para la salud y brindarle mayor competitividad a la industria del gas natural en la transición energética.
Enfoque global
“La industria del gas natural en Colombia quiere aportar en la reducción de desigualdad en el acceso al servicio de este energético. Para esto, proponemos incluir dentro de los planes de desarrollo del nuevo gobierno un enfoque global que ayude a garantizar el acceso al servicio de gas natural en zonas rurales y poblaciones vulnerables, pues confiamos en el potencial del gas natural como herramienta para la reducción de pobreza y el cierre de brechas de desigualdad” aseguró, Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas.
De acuerdo con un análisis del sector, los usuarios que no están conectados al gas natural en Colombia se encuentran concentrados en 363 municipios de 27 departamentos del país. De este grupo, la mitad se encuentra repartida en tan solo cuatro departamentos: Nariño, Boyacá, Santander y Chocó, lo que evidencia un claro escenario de desigualdad. Por otra parte, las regiones con mayor dificultad de acceso del gas natural son la Amazonía, el Pacífico y la Orinoquía.
Además de cerrar brechas de desigualdad y reducir la pobreza con la ayuda del gas natural, Naturgas busca crear sinergias con el próximo Gobierno para avanzar hacia la movilidad sostenible, que pretende acelerar la renovación de la flota de transporte público de pasajeros, el transporte de carga y el transporte especial, para alcanzar algo más del 30% de vehículos con esta tecnología en la renovación de sus flotas, contribuyendo a mejorar la calidad del aire de ciudades que ya han experimentado emergencias ambientales, como Bogotá y Medellín.
Gracias a esta ley, la industria del gas busca lograr avances contundentes en el proceso de descarbonización en la transición energética, que propone una diversificación de la matriz energética del país con fuentes de energía renovables, para lo cual el gas natural es imprescindible para garantizar la seguridad energética de Colombia.
Beneficios a la población
Felipe Gómez, de Agremgas, agregó que hay una población que vive en estratos 1 y 2, y por eso hay identificado un grupo poblacional que puede beneficiarse con esos subsidios propuestos.
“El plan piloto ha servido para un grupo poblacional en el sur del país, pero hay que extenderlo y es que el subsidio no sería tan grande como el de otros que se dan” en el territorio nacional, precisó.
Y es que mientras otros subsidios de servicios van a todos los departamentos del país, en el caso del GLP los pilotos han beneficiado a algunos como Vaupés, Amazonas, San Andrés.
Adicionalmente, los gremios son enfáticos en señalar que también hay que actualizar los valores sobre los subsidios que se están otorgando a las familias de menores estratos, pues estos se están calculando con precios de 2014.
“El subsidio debe ser 50% para estrato 1 y 40% para estrato 2, pero lo que ha pasado es que cuando en 2014 entró el departamento de Nariño, por ejemplo, se dijo que esos porcentajes se asignarían sobre el precio del GLP de 2014, pero estos valores han venido subiendo el precio y no lo han actualizado”, destacó el directivo de Gasnova.
En el espiral de alzas de los precios se puede ver que el GLP se multiplicó por 2,4 veces; es decir, pasó de $1.000 a $2.400 el kilo que Ecopetrol le vendía a los distribuidores.
A partir de ese incremento tan fuerte, la punta de quiebre fue entre julio de 2021 y enero de 2022, ya que en ese periodo el mercado se cayó cerca de un 7%.