La jornada 20 del fútbol inglés paralizaba al mundo con el clásico entre los dos clubes más emblemáticos de la Premier League: Liverpool vs, Manchester United. Aunque el juego estuvo a punto de ser cancelado por el fuerte invierno en la región de Merseyside, las autoridades permitieron su realización, dejando un escenario donde el fútbol no podía defraudar.
Si bien los contextos son totalmente opuestos, el clásico inglés se jugó a otro ritmo y a un nivel estelar. Las principales opciones, del primer tiempo, pasaron por los pies de Salah y compañía. El desborde por bandas era clave, pero la defensa mancuniana siempre estuvo a la altura para detener al máximo goleador de la Premier. Además, desde el arco el camerunés André Onana se vistió de estelar para evitar una avalancha de goles en la primera mitad.
De su parte, los dirigidos por el luso Rubén Amorim también gozaron de sus opciones; no obstante, el muro defensivo de Liverpool siempre impidió las incursiones ofensivas. En la segunda mitad fue cuando las intenciones se cambiaron por goles. Primeramente fue el United, que tras una recuperación en campo propio de Lisandro Martínez, logró anotar con una acción de desborde de Bruno Fernandes que el propio Martínez canjeó por gol en el minuto 52’.
Pero la alegría de la visita poco duraría. El neerlandés Cody Gakpo recibió el balón en banda izquierda y, tras un regate que dejó en el suelo al central De Ligt, anotó en el 59’. Luego de un intercambio de golpes y opciones desperdiciadas por ambos equipos, una mano en el área fue sancionada como penal que en el 70’ Salah convertiría en gol, en lo que hasta el momento era una remontada con más corazón que fútbol.
Sin embargo, una contra liderada por el argentino Garnacho permitió que Amad Diallo anotara el empate 2-2 sobre el minuto 80. Para Luis Díaz el juego duró tan solo 60 minutos, al ser suplido por Darwin Núñez. En el juego, el colombiano no dispuso de mayores opciones de gol, salvo un remate que terminó desviado y en las gradas de Anfield.