El crédito contingente que el Gobierno decidió otorgarle a la aerolínea Avianca, se convirtió en el espejo en el que todos los sectores del país se reflejaron para auscultar sus necesidades ante el impacto del Covid-19.
Con ese acto reflejo, salieron a relucir reclamos, peticiones y hasta manifestaciones que reflejaban la sensibilidad con el uso de los recursos públicos. De un momento a otro, se olvidó los esfuerzos que están haciendo el Gobierno y el Estado por atender la peor crisis en su historia.
Al parecer estar reacción de reclamo público, surgió por la falta de comunicación del Gobierno. Como bien lo dijo el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, “al Gobierno le falto comunicación de la decisión del crédito. Tenía que antes de anunciarlo, salir públicamente a socializar la situación, aprovechando que al mismo tiempo había tomado decisiones con créditos para cientos de empresas también emproblemadas por culpa del Covid-19”.
De paso, la insatisfacción era en parte justificada. Durante los primeros 100 días de la pandemia, el sector empresarial del país tuvo una pérdida de $57 billones. Sobre todo, el impacto de esta crisis se ha sentido de manera dramática en las microempresas que, actualmente, representan el 93,12% de participación en el sector.
Para todos
Pero a esta situación, se trató desde un comienzo de dar alivios. Por ejemplo, con el paso de los días, las entidades financieras empezaron a habilitar herramientas que han permitido la reactivación progresiva para todos los sectores de la economía, incluyendo desde luego a Avianca.
Tal y como lo señala, Andrés Felipe Rojas, vicepresidente de asuntos corporativos de Asobancaria: “al día de hoy, más de 11.6 millones de personas y empresas han sido beneficiadas con refinanciación de créditos, periodos de gracia y aplazamientos de cuotas. $223 billones de cartera han sido destinados a estos alivios, es decir, 20% de nuestro producto interno bruto. No hay otro sistema financiero en la región que pueda tener un monto tan alto en refinanciaciones”.
Precisamente si el crédito otorgado a Avianca de US$370 billones, es decir $1,4 billones, esa suma es ínfima de los alivios realizados por el sistema financiero a empresas, personas y otras organizaciones.
No en vano el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, expresó que "del Estado se espera el salvamento de compañías por varias razones: prestan servicios o producen productos que todos necesitamos; generan empleo; son base de la actividad económica; son el fundamento de la recuperación. Apoyar el salvamento de Avianca es lo correcto".
Otro de los cuestionamientos era que los recursos debían salir del FOME. Luis Carlos Reyes, director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, cuestionó el uso que se le ha dado a los recursos destinados al FOME (iniciativa que, desde su creación, atrajo críticas por parte de mandatarios locales). “Al 18 de agosto, del FOME habían salido $2,5 billones en subsidios a la nómina, entre otros gastos, y quedaban $13 billones. El préstamo a Avianca es de $1,4 billones -el equivalente a más o menos 1,4 millones de salarios mínimos”.
De acuerdo con datos del Observatorio, de los $25,5 billones que componen el FOME, sólo se habían usado $13,3 billones para el 18 de agosto; esto es, se han desembolsado 48% de los recursos. Las mayores asignaciones de estos dineros son así: $4,1 billones para Ingreso Solidario, $2,6 billones para el sector salud y $2,5 billones para subsidios a la nómina (programa PAEF).
Sin embargo, la Superintendencia Financiera fue más allá y precisó: cerca de $6,71 billones recibieron las empresas y los hogares en créditos para reactivar su economía. Estos recursos se hicieron con en 4.480.942 operaciones.
Asimismo, y con respaldo el Fondo Nacional de Garantías (FNG), al 6 de agosto, de un cupo total de $24.2 billones, se han reservado para ser desembolsados $6.0 billones en 186.548 créditos, en las diferentes líneas. Asimismo, la tasa de aprobación para los créditos con garantía FNG a nivel agregado era superior al 79%, correspondiente a 174.378 créditos por $7,56 billones.
Estos desembolsos en su totalidad, unidos los del FOME y el FNG, suman $20,8 billones, recursos que han ido a parar a casi 200.000 empresas de todo el país, en su mayoría para las mipymes. Según datos de la misma Superfinanciera, para solo 16 de las grandes empresas habían solicitado créditos, entre los que se debe incluir el de Avianca de $1,4 billones.
Esto quiere decir que los recursos para Avianca, apenas representan el 6,73% de todos esos apoyos.
Como si esto fuera poco, actualmente el Gobierno presentó al Congreso la extensión del Programa de Apoyo al Empleo Formal (PAEF), que ya pasó el primer debate en las comisiones terceras de Senado y Cámara. De acuerdo a lo dicho en la sesión virtual, la ampliación del Programa de Apoyo al Empleo Formal, hasta diciembre de 2020, tiene como objetivo respaldar a los empleadores y trabajadores del país, ante la grave crisis que ha generado la pandemia del Covid-19.
Según lo informó el Ministerio de Hacienda, el programa tendrá una inversión mensual aproximada de $800 mil millones por lo que la extensión de cuatro meses adicionales que se pretende mediante el presente proyecto de ley, tendría un costo total alrededor de $3,2 billones, con cargo al FOME. El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, manifestó que hasta julio del 2020, más 130 mil empresas de todos los tamaños entraron al programa. “Son tres millones 300 mil trabajadores amparados se han girado $4.2 billones en los primeros cuatro meses del programa”, precisó Carrasquilla.
Precisamente las cifras demuestran otra cosa y es que el Gobierno sí ha estado presto para ayudar a miles de empresas y que Avianca es otra más, como al parecer también se les va a dar créditos a otras aerolíneas como Latam, Viva Air y EasyFly.
De allí que la indignación de muchos al préstamo a Avianca con el argumento que no se ha ayudado a las empresas ni a los colombianos que se han visto afectados por la pandemia, queda desdibujada.
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Los críticos reclamaban que los recursos del FOME sí pudieran estar disponibles para capitalizar a Avianca, pero no para financiar iniciativas como la renta básica universal, matrícula cero para estudiantes de universidades públicas o para extender los subsidios de la nómina para las mipymes del país.
Con razón, el presidente de la ANIF, Mauricio Santamaría, argumentaba que parte de estas ayudas, “se justifican en el plan de reactivación económica para 2021, que responde a la crisis generada por el problema de salud pública, contempla la inversión como un rubro esencial para la generación de empleo y oportunidades de desarrollo económico”.
Las razones
Si bien la aerolínea es una holding con presencia en varios países, el 70 % de sus activos están en Avianca S.A. (Colombia). Además, el país participa con entre el 45 y el 50 % de sus ventas, gracias a un movimiento de 30,5 millones de pasajeros.
La empresa asegura que, de los 21.000 empleos que genera, 11.000 corresponden a puestos de trabajo directos en Colombia, además de 6.000 indirectos. Según las cuentas de la compañía, cada año aporta más de US$790 millones a las arcas fiscales del país y en los últimos años han invertido más de US$400 millones en infraestructura y servicios