Perspectiva. Marybel Acevedo danza y narra una historia | El Nuevo Siglo
Marybel Acevedo Fandiño tiene más de 40 años dedicados a la danza.
Cortesía
Domingo, 13 de Noviembre de 2022
Redacción Cultura

Convertir una historia, un mensaje o una frase en un movimiento del cuerpo ha sido el reto de Marybel Acevedo Fandiño por más de 40 años. Bailarina, coreógrafa e investigadora colombiana, encontró en la danza una forma de expresarse y relatar los acontecimientos que han marcado su vida y la de este país.

Acevedo Fandiño inició sus estudios de danza clásica en 1977 en el colegio Colsubsidio y tuvo la posibilidad de combinar su formación con el teatro, en la Escuela Nacional de Arte Dramático en 1980.

Ha tenido grandes maestros, de la talla de Estela y Enrique Cuervo, Priscilla Welton, Cuca Taburelli, Carlos Jaramillo, Sonia Ryma, Álvaro Fuentes y Santiago García.  

Estos expertos forjaron su talento y su personalidad, lo que le permitió participar en grandes obras como “Memoria y olvido de Úrsula Iguarán”, con el Colectivo Cien Años de Soledad, y después de conocer la biografía de la escultora Camille Claudel quiso hacer una pieza sobre este personaje tan atrevido, visionario e intenso y creó una obra multimedia. Fue beneficiada con la Beca de Colcultura 1990, y obtuvo por su propuesta de danza y escultura una Mención de Honor en el Salón Nacional de Artistas 1991.

Asimismo, obtuvo una beca de creación en el 2006 del Instituto Distrital de Cultura y Turismo por la pieza coreográfica 48.9 Pasado Meridiano, obra con la que alcanzó el primer puesto en categoría de grupos en el 2007 y Mención de Honor Premio Nacional de Coreografía, Ministerio de Cultura 2008.

Su amplia trayectoria será reconocida este 15 de noviembre en el marco del Festival de Danza de Bogotá, que se realiza desde el pasado 10 de noviembre y se extenderá hasta el próximo 20 de este mes.

Para Marybel, el poder leer el mundo a través del movimiento es su mayor fortaleza: “Me dediqué a explorar esa área y me he quedado en ella porque es un mundo fascinante”.

Esta talentosa colombiana de 61 años ha vivido en Barranquilla, Barrancabermeja y Bogotá, lo que le ha permitido vivir diferentes experiencias y facetas.

“He contado con grandes maestras, cada una con un estilo propio, que me han aportado mucho. Por ejemplo, Estela fue una de las primeras maestras que tuve y con ella trabajé en grandes obras destacadas; también me enseñó la apreciación de la música. Gloria Nieto fue fundamental por todas las clases de la historia del arte con un enfoque temático, básicamente es descubrir la imagen, las historias de los invisibles, de los que están en las sombras; por eso ese título de una de mis obras, estar sepultado en la luz… es como esa persona importante en el arte”, destacó la artista.


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Docente

Refiere que toda su vida, “en mi búsqueda creativa siempre estoy siguiendo la pista a esas personas anónimas y en la danza hay muchas bailarinas y coreógrafos maestros que están totalmente olvidados; entonces, a través de las clases que doy de la historia de la danza en la Academia Superior de Artes de Bogotá empezamos a trabajar con los estudiantes de investigación y hacerle seguimiento a esos bailarines, a esos episodios que ha vivido Colombia para transmitirlo a través del baile”.

En el campo de organización y producción, en 1994 hizo posible el I Festival Off de Colombia y el primer Festival Alternativo Iberoamericano. Con mucho esmero y trabajo, en 1995  logró ser coordinadora de las Artes Escénicas en el Instituto Distrital de Cultura y Turismo y posteriormente se convirtió en directora artística del Festival Universitario de Danza Contemporánea.

Su camino por la docencia la ha facultado para trabajar en la Universidad Externado de Colombia, en la Universidad del Rosario, donde obtuvo el premio a Excelencia a la Docencia 2012 y el premio Maestro Distinguido en artes y ciencia.

“Digamos que la coreografía se vuelca a un trabajo de formación, de estudio, de investigación. Durante mi carrera conté con la enseñanza del maestro Santiago García, porque con él pude entender cómo narrar desde la danza contemporánea, un trabajo muy elemental en la escena teatral, para poder hacer una narrativa y, en mi caso, que es con lo que trabajo, una narrativa del país, de entender todos estos procesos”.

Marybel refiere que desde temprana edad comenzó a explorar el mundo de la danza. Aun cuando era una joven callada, invisible ante los demás, ella siguió ese anhelo de reconocerse en un escenario y a través del movimiento.

“Comencé a transitar en el mundo del arte en una escuela de gramática de Santiago García y tomaba clases en academias con Priscila Huerta, con Jaramillo, con grandes maestros. Desde ese momento la coreografía me pareció muy interesante, porque vi que el poder observar y encontrar esa mirada externa de la vida y llevarla al escenario es un trabajo artístico que me motiva. Ver que a través del movimiento puedo decir algo, expresar ideas, acontecimientos, eso es interesante”, afirma la artista.

Para ella, la dramaturgia es la base de todo: “Es importante contar con una línea de la dramaturgia particular, ya sea sonora o de tiempos, porque a partir de allí se cuenta una historia a través de la danza; es encontrar un diálogo consigo mismo, entre el tiempo, la realidad, la temporalidad y la espacialidad. Para mí es un amuleto porque es la única manera en que podemos encontrar lenguajes paralelos a la misma realidad”.

Durante su trayectoria también se cuenta como directora del Grupo Institucional de la Universidad Externado de Colombia, maestra de danza en la Fundación Teatro Nacional, en la Escuela de la Casa del Teatro, y además ha trabajado en diferentes universidades como: Politécnico Grancolombiano y Tadeo Lozano, coordinando la Cátedra Tadeísta, el módulo de Danza: Ecología Humana, germen del Festival Universitario de Danza Contemporánea de la Tadeo Lozano.

“Realmente me apasiona mi trabajo. Ahorita estoy en un proyecto de investigación con el Ministerio de Cultura que tiene que ver con esto de hacer las cosas con mucho cuidado, con mucho sigilo. La danza para mí es la forma de expresarme y de dar a conocer una realidad. Aun me queda mucho camino por recorrer”, resaltó la bailarina.