Es cierto que el técnico Reinaldo Rueda ha cometido errores en el manejo de la Selección Colombia, pero también lo es que a trancas y mochas, la tiene clasificada directamente para el Mundial de Catar a finales del próximo.

Quedan cuatro jornadas por disputarse y a la orden del día están todas las posibilidades porque, incluido Ecuador que es tercero, hay seis selecciones que tienen chance de obtener tiquete directo o al repechaje.

Por ahora, la posibilidad de que Colombia clasifique directamente está viva porque depende de sus propios resultados, así hasta hoy haya contado con la ayuda de algunos de sus rivales.

Sin embargo, ya empiezan a escucharse rumores a cerca de la posible salida de Rueda de dirección técnica de la Selección, aunque en el seno de la Federación Colombiana de Fútbol guardan silencio.

¿Qué tan sensato o qué tan conveniente sería un cambio de seleccionador en las actuales circunstancias?

A razón de los últimos cinco resultados (4 empates y una derrota), pero ante todo por los 466 minutos acumulados sin marcar gol, se podría pensar que la idea no es mala. No obstante, habría que analizar una serie de razones, entre ellas si con la llegad de un técnico se garantiza que el equipo recupere su eficiencia frente a las redes adversarias.

Sobre el papel, el calendario para Colombia es el menos duro. Ello no significa que se vayan a ganar los cuatro partidos o que se logre la clasificación, pero la continuidad es importante y más si se tiene en cuenta que hoy el grupo, por lo menos, está unido.

Antes que contemplar la idea de sacar a Rueda, en la Federación se debería pensar en el trabajo que se debe adelantar para recuperar la confianza de los jugadores.

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El problema hoy en Colombia es falta de confianza. Ya en el partido frente a Paraguay se ganó volumen de juego, claridad con la presencia de James Rodríguez. Ahora la cuestión es que Rueda, apoyado por un psicólogo, motive a los jugadores y los lleve a que con una victoria ante Perú el 27 de enero se vuelva a ver ese equipo efectivo que fue contra Chile.

Ahora bien, se han mencionado algunos nombres para reemplazar a Rueda y el problema es el que ya se vivió con Carlos Queiroz: no conocen a los jugadores colombianos. Una cosa es dirigir a uno, dos o tres en un club y otra agrupar a 25 o más, muchos de ellos figuras en sus equipos y otra reunirlos tres días para afrontar partidos de eliminatoria.  

Se habla de Marcelo Gallardo, Hernán Crespo, Gabriel Heinze o Marcelo Bielsa, todos tienen experiencia, son exitosos o lo fueron, pero de ahí a que garanticen que con su solo presencia Colombia va a dejar atrás su empatitis y su falta de gol, hay mucho trecho.

Tampoco ninguno de ellos, como no lo puede hacer Rueda, puede asegurar que con su presencia, los jugadores que son goleadores en sus clubes, van a serlo en la Selección.

Ya se apostó por Rueda y lo que queda es dejarlo trabajar, así como esperar que Colombia vuelva al gol, a ganar y clasifique directamente a Catar. Lo que le queda es defender su posición y confiar en que Ecuador trastabille y que los de atrás, Perú, Chile, Uruguay y Bolivia le sigan dando una “ayudita”.