Por Alejandro Munévar
Enviado especial de EL NUEVO SIGLO
Doha. Lionel Messi y Cristiano Ronaldo serán los grandes ausentes dentro de cuatro años y por eso el mundo pone sus ojos sobre ellos en este momento para saber cuál de estas dos figuras se destacará más.
El argentino llega con cinco mundiales y hasta el momento no logró levantar la Copa y por eso anda amargado. El único gran trofeo que ha conseguido con su selección ha sido el de la Copa América.
El portugués tampoco logró la máxima distinción en el Mundial, pero tiene una diferencia con ‘Lio’: llevó a la selección lusa a obtener una Copa de Europa, que para muchos es un mundial europeo.
Messi con 35 años y Cristiano con 37 aspiran a conducir a sus selecciones a brillar en el firmamento del Mundial. Pese a que a los argentinos los dan como favoritos, estos prefieren que no los mencionen, pues según ellos les crea una “mufa” o fastidio: es mejor llegar desapercibidos que de grandes favoritos dicen los gauchos.
Otras figuras que son mayores y seguramente esta sea su última Copa del Mundo, son los uruguayos Luis Suárez y Édison Cavani; el argentino Ángel di María, el croata Luka Modric, el galés Gareth Bale, el alemán Thomas Müller, a quien le falta poco para dejar también un histórico hecho como goleador, o los arqueros Manuel Neuer y Guillermo Ochoa (México).
Neymar, del Brasil: Kevin de Bruyne, de Bélgica; Harry Kane, inglés; Robert Lewandoswki, polaco; Karim Benzema, francés; Kylian Mbappé, francés; Vinicios Junior, brasileño; Pedri, español, y Darwin Núñez, uruguayo, son quienes tienen la posibilidad de continuar en competencia para 2026.
Con estos hombres el Mundial de Catar hará su fiesta y muy difícil será que en algún momento la FIFA vuelva al mundo árabe, no por la imposibilidad del dinero, sino por la dificultad del clima y los meses que se escogen.
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Listos a empezar
De otra parte, una vez más llegamos a Doha, el destino, el fútbol, el Mundial, nos han dado la oportunidad de volver a la capital de Catar, en esta oportunidad, a diferencia de la anterior, para un mundial, quizá el más importante, más esperado y más polémico de los últimos tiempos.
Hace un año por estas mismas fechas llegábamos a Doha con la intención de asistir a la Copa Árabe de Naciones, un invento de la FIFA para probar los estadios, la infraestructura y lo que habían venido construyendo en este hasta ese momento desconocido país.
En aquel entonces resaltamos la imponencia de los estadios, pero también nos dimos cuenta de que podía haber falta de organización en casos específicos, como cuando llegara el momento de lidiar con las grandes cantidades de personas. A decir verdad, de momento no lo hemos visto, pues las personas no han salido de las zonas para hinchas o el aeropuerto, pero el domingo ya podremos ver cómo reaccionará este país ante el primer partido del Mundial.
El año pasado encontramos demoras en los aeropuertos a causa de la cantidad de medidas que tomaron en contra del covid, de hecho hasta crearon una aplicación propia de monitoreo, que hasta hace tres semanas se pensaba iba a ser utilizada, pero ante la cantidad de personas que han llegado han tenido que “abolirla”. Se esperaba que el aeropuerto estuviera atestado, que no le cupiera un alma; sin embargo, han logrado arreglárselas para que los trámites aeroportuarios sean rápidos, silenciosos y efectivos, algo que se creyó podría colapsar está saliendo bastante bien, aunque hay que esperar a que el Mundial ruede, los partidos comiencen y los hinchas que están desparramados por Europa y Asia decidan tomar sus vuelos hacia Catar.
El manejo que les da la Policía a los diferentes temas que van surgiendo sigue sin ser el más delicado o el acorde con una nación que quiere venderse como un gran destino turístico, pero al final tenemos que entender que tanto ellos como nosotros nos estamos enfrentando a un choque de culturas mayúsculo y aunque ha pasado el tiempo desde la Copa Árabe de Naciones, siguen sin estar preparados.
Ahora bien, estén o no preparados, el Mundial ya llegó, desde hoy correrá el balón sobre el verde césped y entonces empezará un nuevo partido, no el de la especulación, sino el de la certeza. Esperamos poder disfrutar del fútbol y también de todas las historias que nos vayamos encontrando.