Beneficiaria de las generosas donaciones de Sam Bankman-Fried, el magnate de las criptomonedas hoy detenido en Bahamas, acusado de enorme fraude y pedido en extradición por la justicia norteamericana, la élite política estadounidense intentar dar explicaciones y extrema controles a la financiación de campañas.
Bankman-Fried, arrestado en Bahamas, fue uno de los mayores contribuyentes declarados del partido Demócrata y dice haber aportado la misma cantidad de dinero, pero en forma oculta, a los republicanos.
La campaña de Joe Biden para las victoriosas elecciones de 2020 recibió un aporte de más de 5 millones de dólares de este hombre de negocios de 30 años.
La portavoz de Biden, Karine Jean-Pierre, esquivó hablar sobre el tema. "Estoy limitada en cuanto a lo que puedo decir", respondió en alusión a una ley que le impide hacer comentarios sobre elecciones o campañas electorales.
Bankman-Fried, antiguo responsable de FTX, una plataforma de transacción de criptomonedas que se declaró en bancarrota, fue acusado el martes por la justicia estadounidense de desviar dinero de clientes en operaciones riesgosas y también de influir fraudulentamente en la política.
El acusado hizo "millonarias contribuciones" a políticos para las elecciones de 2020 a través de la empresa Alameda, lo que no es ilegal, pero lo hizo "eludiendo los topes (de donaciones) y los requisitos de transparencia", según el fiscal Damian Williams, encargado del caso en Nueva York.
"Dinero sucio"
Bankman-Fried quiso hacer creer que las donaciones provenían de cómplices adinerados, dijo Williams.
"Ese dinero sucio se utilizó para tratar de comprar influencia en los partidos Demócrata y Republicano, e intentar influir en las decisiones políticas en Washington", dijo el fiscal.
En el sitio web de la Comisión federal de elecciones, que registra las donaciones, una búsqueda de las contribuciones de Bankman-Fried arroja 213 resultados desde 2020, incluida una de 5 millones de dólares en septiembre de 2020 a un comité de apoyo a Joe Biden, y otra de 50.000 dólares en octubre al fondo Biden Victory.
La inmensa mayoría de los pagos mostrados en este sitio fueron a entidades o candidatos demócratas.
Pero en una entrevista en noviembre con la especialista en criptomonedas Tiffany Fong, dijo que donó "la misma cantidad a los dos partidos".
"Todas mis contribuciones a los republicanos eran ocultas", dijo, "porque los periodistas se vuelven locos si donas a los republicanos. Son súper de izquierda"
El dinero vertido por Bankman-Fried, incluso legalmente, parece tóxico.
La senadora demócrata de Nueva York, Kirsten Gillibrand, declaró al diario New York Post que donará el dinero recibido a una organización benéfica. Cuatro legisladores demócratas y uno republicano, tomaron la misma decisión, según el periódico.
Open Secrets, una asociación que analiza la financiación política, calculó que con casi 39,2 millones de dólares declarados, Bankman-Fried fue el sexto donante que más dinero donó para las elecciones de mitad de mandato celebradas en noviembre.
Si se toma en cuenta a los donantes del partido Demócrata, está segundo, detrás del magnate George Soros que, por distintas vías, aportó 128 millones de dólares a esa fuerza política.
La financiación de la política en Estados Unidos es un negocio complejo que mueve miles de millones de dólares.
Inversores, empresarios, grupos de presión económicos, pero también asociaciones que trabajan para causas sociales, esperan que sus donaciones influyan en el Congreso, el gobierno y la Casa Blanca.
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Fraude masivo
Los fiscales estadounidenses imputaron Bankman-Fried múltiples cargos penales, entre ellos fraude masivo, mientras construía su imperio de criptomonedas FTX.
Los cargos llegaron cuando el magnate compareció el miércoles ante un tribunal de Bahamas donde indicó que lucharía contra una solicitud de extradición de Estados Unidos y pidió ser liberado bajo fianza a la espera de una audiencia.
El fundador de la plataforma FTX enfrenta una serie de acusaciones, incluso de los reguladores de Wall Street, que dicen que el empresario construyó a sabiendas "un castillo de naipes fundado en el engaño".
En una sala del tribunal de Nassau, a la que asistieron funcionarios de la embajada de Estados Unidos y los padres de Bankman-Fried, los fiscales de Bahamas argumentaron que el sospechoso podría fugarse y se le debería negar la libertad bajo fianza en espera de una audiencia de extradición, informó el diario The New York Times.
Los cargos penales, presentados por la fiscalía de Nueva York, representan la mayor amenaza para Bankman-Fried, quien se arriesga a una larga sentencia de cárcel debido a los miles de millones de dólares involucrados.
"El señor Bankman-Fried está revisando los cargos con su equipo legal y considerando todas sus opciones legales", dijo su abogado, Mark Cohen, en un comunicado.
En su acusación, los fiscales estadounidenses dijeron que el magnate de las criptomonedas también realizó lavado de dinero, violó las leyes de financiación de campañas y cometió fraude electrónico desde el inicio de su empresa, en 2019.
Bankman-Fried "estaba orquestando un fraude masivo de años, desviando miles de millones de dólares de los fondos de los clientes de la plataforma comercial para su propio beneficio personal y para ayudar a hacer crecer su criptoimperio", dijeron.
El martillo legal cayó después de que el hombre, de 30 años, pasó semanas desafiando el asesoramiento legal e hizo múltiples apariciones en los medios defendiendo sus acciones, generalmente por enlace de video desde Bahamas, donde la empresa tiene su sede.
Bankman-Fried había encarnado el surgimiento de la criptomoneda como una inversión honesta, en lugar de un esquema dudoso para inversores de alto riesgo que quieren hacerse ricos rápidamente.
Su plataforma FTX fue aprovechada por celebridades en campañas publicitarias y se convirtió en una presencia habitual en Washington. Pero después de alcanzar una valoración de 32.000 millones de dólares, un informe de prensa del 2 de noviembre sobre los vínculos entre FTX y Alameda, una empresa comercial también controlada por Bankman-Fried, provocó la implosión.
El informe expuso que el balance de Alameda se basó en gran medida en la moneda FTT, un token creado por FTX sin valor independiente, y expuso que las empresas estaban peligrosamente interrelacionadas.
Esta empresa, considerada una de las principales plataformas de intercambio de criptomonedas en el mundo, dejó repentinamente de devolver dinero depositado por sus clientes a comienzos de noviembre. Se declaró, junto a cien entidades relacionadas con ella, en quiebra el 11 de noviembre, abriendo el escrutinio de los reguladores, fiscales y furiosos usuarios.
"Si es declarado culpable, podría enfrentar el resto de su vida en prisión, dado el monto en dólares del fraude", dijo Jacob S. Frenkel, exfiscal penal federal en Dickinson Wright.
"No veríamos una acusación si los fiscales no estuvieran absolutamente convencidos de que obtendrán una condena".
En sus entrevistas con los medios, Bankman-Fried ha admitido sus errores, pero ha negado la intención de defraudar a sus clientes.
El director ejecutivo de FTX, John Ray, que llegó a la compañía después de la debacle, dijo al Congreso de Estados Unidos que los problemas surgieron porque el control estaba "en manos de un grupo muy pequeño de personas sin experiencia".
"Nunca en mi carrera había visto una falla tan absoluta de los controles corporativos en todos los niveles de una organización, desde la falta de estados financieros hasta una falla total de cualquier control", dijo Ray.
La caída de FTX ha causado grandes dudas sobre la viabilidad a largo plazo de la criptomoneda y ha aumentado la tensión en otras plataformas y entidades que impulsaron el éxito del bitcoin y otras monedas. /Resumen AFP