El uso incorrecto de medicamentos en todo el mundo se disparó con la aparición del covid-19, según datos compartidos por la Organización Panamericana para la Salud (OPS) que reflejan la urgente necesidad de prevenir los contagios.

Sin embargo, esta automedicación podría traer graves problemas de salud a largo plazo y, más aún, teniendo en cuenta que por lo menos la mitad de las medicinas a nivel mundial se prescriben, dispensan o venden de una forma inapropiada, y aproximadamente el 50% de los pacientes no toma sus medicamentos de forma correcta.

Efectos

La automedicación es la utilización de medicamentos por iniciativa propia de las personas sin ninguna intervención médica, con el propósito de prevenir, aliviar o tratar síntomas o enfermedades leves que ellas mismas puedan identificar, una práctica cotidiana y habitual en la mayoría de los hogares.

Entre los medicamentos prescritos con mayor frecuencia se destacan los antibióticos. El uso frecuente de ellos y una mala dosificación, o diferente a la recomendada, puede generar una resistencia a las bacterias; como consecuencia de esta se genera un fenómeno denominado resistencia a los antimicrobianos (RAM).

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La RAM se produce cuando los microorganismos (bacterias, hongos, virus y parásitos) sufren cambios al verse expuestos a los antimicrobianos (antibióticos, antifúngicos, antivíricos, antipalúdicos o antihelmínticos). Como resultado, los medicamentos se vuelven ineficaces y las infecciones persisten en el organismo, lo que incrementa el riesgo de propagación a otras personas.

Los retos de Colombia

Existen algunas recomendaciones para mitigar la resistencia antimicrobiana en Colombia:

• Evitar la automedicación y hacer uso racional de los medicamentos, porque al administrarlos innecesariamente pueden crear mayores complicaciones en el tratamiento de enfermedades a futuro.
• Cuando tome antibióticos, debe hacerlo de forma adecuada, siguiendo las instrucciones de uso, tiempo de tratamiento y cantidad formulada por el profesional de la salud. Los medicamentos están diseñados para tratar enfermedades específicas y el médico que lo formuló conoce a profundidad el tratamiento más efectivo para la enfermedad.
• Aumentar la dosis de antibiótico no ayuda a que la persona se recupere más rápido, en cambio aumenta el riesgo de efectos secundarios: puede generarle una intoxicación y tener un efecto adverso en su cuerpo.
• Los antibióticos no sirven para curar infecciones causadas por virus como el de la gripa: los antibióticos son fármacos que se utilizan para combatir las infecciones causadas por bacterias, no tienen ningún efecto en contra de los virus.