En Colombia el mal ejemplo cunde. Y es la causa del rencor patológico que se anida en el inconsciente colectivo, una de las razones del voto esquizofrénico del domingo pasado. Un libreto frecuente y habitual, tanto que se convierte en un comportamiento que las víctimas asumen en actitud conformista y resignada. Ese estoicismo, naturalmente, genera reacciones psíquicas: se le pasa la cuenta a todo al que se le pueda cobrar, (desplazamiento temperamental) generalmente al más débil. Es una conclusión que enseña el psicoanálisis. Para la muestra un botón.
Los pilotos de Avianca están resentidos por la suerte que han corrido a causa de su protesta colectiva, supuestamente, apoyada en una norma constitucional, Articulo 56, derogado por la jurisprudencia de la Corte. Mírese esta retaliación:
El poder plutocrático del señor Efromovich desató una batalla contra sus subalternos y ellos a su vez han lanzado su venganza contra quienes se les atraviesan en el camino.
Un anciano viajaba en las primeras horas de la mañana en un vuelo de Avianca, estaba enfermo y la temperatura del ambiente era casi de cero grados. Cuando intentó ingresar a la sala de espera, una de las empleadas de la empresa de vigilancia le ordenó que se despojara de su abrigo, cinturón y zapatos para pasar por el filtro, a lo cual, después de desocupar todos sus bolsillos, le advirtió que no lo haría porque su dolencia se lo impedía. Como la celadora lo obligó, entonces lo hizo y además bajo sus pantalones por cuanto llevaba una faja para proteger su columna vertebral. Esto fue suficiente para que el jefe de la empresa lo retuviera por 30 minutos y, además, solicitara a la supervisora de la empresa que le cancelaran el pasaje, petición que fue despachada favorablemente, sin fórmula de juicio, por el capitán del vuelo. Para poder viajar el pasajero tuvo que comprar otro pasaje en la misma aerolínea y pasar nuevamente por el filtro, rindiéndoles adulación a los guardianes. En todo caso ¡la policía al respecto nada hizo!
Con el propósito de reclamar la intervención de las entidades encargadas de proteger los derechos de las personas de la tercera edad, tal y como lo dispone el artículo 46 de la Constitución en concordancia con los artículos 2° y 23 formuló quejas ante la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Social; Superintendencia de Industria y Comercio y Dirección de Aeronáutica Civil.
La queja se presentó con fundamento en el derecho de petición, resumido en la frase popular: “el que no llora no mama”. Las mencionadas autoridades se han lavado las manos alegando que la competencia no es de ellos y se disculpan unas con otras, entre tanto el imperio del poder se impone para atropellar a los débiles. Por eso es frecuente que las mujeres sean golpeadas por abuso de sus “compañeros” y ninguna diga nada, y menos si el victimario es un senador de la República. Falocracia