Una academia es en relación con un país, lo mismo que el cerebro en relación con el cuerpo humano: su parte más trascendental y luminosa. Para muchos una institución académica es una acumulación de saberes o un centro donde se crea ciencia y se transmite ciencia.
Fue muy satisfactorio para los que amamos el humanismo la resonante celebración de los 125 años de vibrante existencia de la Academia Colombiana de Jurisprudencia. Fernando Sarmiento Cifuentes lideró con brillo y talento este memorable acontecimiento en el Club de Abogados, con la presencia del procurador Fernando Carrillo Flórez, rector, universitario y presidentes de prestigiosas instituciones. Marco Gerardo Monroy Cabra, Cesáreo Rocha y Sarmiento, han sabido colocar a nuestra Academia en un puesto de avanzada en la alta jerarquía humanística del país. Los directivos actuales, Sarmiento, Augusto Trujillo, Juan Rafael Bravo Arteaga y Gilberto Álvarez, rindieron informe de su gestión con un balance copioso de fructíferas y perdurables realizaciones. Universidades y organizaciones muy reconocidas galardonaron a la Academia de Jurisprudencia por sus aportes, innovaciones, libros y estudios entregados a la comunidad.
De enorme contenido el discurso del Procurador en el sentido de que lo que no es derecho es barbarie. Gracias al derecho se garantiza la vida pacifica de los países y se protege en su integridad la dignidad del ser humano. En una forma u en otra, el derecho nos invada por todas partes. Si uno no se mete con el derecho; el derecho se mete con uno. En el derecho vivimos, nos movemos y somos. Todo el impulso de protesta, todo el afán de justicia que muchas veces lleva a los peores excesos y a las más sangrientas conmociones, se calma y se torna en serena quietud, cuando se convierte en derecho. Las normas jurídicas son condenaciones de justicia, de libertad, de igualdad, de todos aquellos valores que, el hombre, tras penoso esfuerzo, va conquistando para su vida civil y para su vida ciudadana. La revolución de hoy, será la legislación de mañana. A su vez esa legislación de mañana, será atacada por fuerzas revolucionarias que acabarán por convertirse a su turno, en nuevas legislaciones que concentran y conservan lo que un día fue pensamiento creador y liberador.
La Academia Colombiana de Jurisprudencia, desde su fundación, protagonizada por la Corte Suprema de comienzos del siglo pasado, hasta el día de hoy, ha contado con excelentes maestros del derecho. Su revista es de muy elevada categoría por los macizos trabajos que difunde y los científicos conocimientos ante la Corte Constitucional. Siempre promueve foros, controversias y encuentros intelectuales. En aquello de que Colombia es tierra estéril por las dictaduras, como lo repite Augusto Trujillo, el derecho es fundamental. Alguien decía que la fuerza es el derecho de las bestias. Solo la civilización y la democracia con tolerancia hacen fraternizar a los pueblos. Ahora y siempre, los hombres cultos tenemos que defender el derecho, el medio más eficaz para llegar a la justicia.