Hace unas semanas grabé unos videos sobre la inmovilidad de Bogotá, uno se hizo relativamente controversial y de la rabia que le dio a uno de sus ediles de Fontibón al verlo creó que le dio gastritis y, los otros videos, enervaron a la jauría de lagartos y hordas tuiteras de su Administración Distrital.
Lo bueno señora alcaldesa, es que mi crítica, aunque usted no quiera verla u oírla y sus áulicos se inventen cuanta excusa exista para defenderla y decidan culpar a unos u otros, el problema, no dejará de ser una realidad innegable de la ciudad. Eso sí, a pesar de la agresividad de sus afines, junto con otros opinadores que no se dejaron intimidar y también levantaron la voz, revivimos un necesario debate que todo alcalde de turno busca esconder: el de la movilidad.
No obstante, y como era de esperarse, esto al pasar las semanas le generó su característica rabia y nuevamente se despachó responsabilizando a los ciudadanos de su propia incompetencia.
Cuéntenos, ¿cómo es que fue su declaración? ¿“Nos debería dar pena usar el carro”? ¿Es en serio alcaldesa? Los bogotanos no necesitan regaños o que los culpen de lo que los alcaldes, como usted, no han logrado hacer por la ciudad. Por el contrario, merecen funcionarios competentes, mejor infraestructura, gestión de tráfico y muchísima más planificación, entre otras cosas, al igual que seguridad.
Y no, lo anterior no se soluciona con renders o planos digitales bonitos promocionados a nosotros mismos desde la Alcaldía con la plata de nuestros propios impuestos o pronunciando los discursos de siempre. Se requieren soluciones palpables y rápidas para problemas apremiantes que todos los días le generan pérdidas a la ciudad, afectan la productividad y, aún más grave, la vida y bienestar de los bogotanos.
Entendiendo que las obras están a años luz y quería hacerle una pequeña pero eficaz propuesta en aras de que mi movilidad y la de mis conciudadanos mejore.
Hace unos días que ‘disfrutaba’ sin mayor opción de mi trancón ‘favorito’ de la ciudad, y sí claudistas, el de la carrera Séptima, me encontré no con uno sino cinco camiones o vehículos mal estacionados. ¿Adivinen dónde? Sí, en el carril del bus. Esto, señora alcaldesa, es una constante en esta crucial avenida capitalina y, por lo menos los camiones o furgones, están generalmente descargando mercancía en horas bastante inoportunas de alto tráfico.
Por ello, le propongo que aprovechando que el Concejo está, al parecer, con una oposición inexistente y, además, esta propuesta creo que lograría consenso sin mayor necesidad de negociación burocrática, por qué no propone limitar a que dicha lícita actividad de cargue o descargue se realice tarde en la noche (10:00 pm-12:00pm) o muy temprano en la madrugada (3:00 am- 5:00am) en vías artería, como la carrera Séptima, así como hacen las ciudades civilizadas y avanzadas o con simple sentido común del mundo. Esto, sin duda, será una mejora sin costo para una ciudad inmóvil.