AMYLKAR D. ACOSTA M. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 4 de Enero de 2012

La minería responsable

Así como en su momento se puso de moda hablar de la responsabilidad social empresarial, ahora está en boga el concepto de la minería responsable, aunque no falta quienes incluso hacen alarde de una supuesta minería sostenible, concepto este que entraña un verdadero contrasentido, toda vez que se trata de la extracción de un recurso no renovable. Varios voceros de la gran minería han coincidido en defensa de su gestión en que lo que no es cultivado es minado, lo cual significaría en buen romance que no habría cabida para las zonas protegidas, tales como los bosques, las reservas forestales y los humedales Ramsar, así como los parques naturales. Ello es lo más contrario a la minería responsable. No faltan quienes consideran que su responsabilidad está dada por los pagos que recibe el Estado a cambio de la explotación del recurso minero.
La minería responsable pasa por asumir los costos del manejo y mitigación del impacto ambiental de su actividad. Ahora bien, la minería responsable debe ir de la mano con la responsabilidad social por parte de las empresas, que no pueden ser ajenas a la suerte de las poblaciones asentadas en el entorno de sus actividades. Claro que no se debe confundir la responsabilidad social con la filantropía o la beneficencia, debe ir mucho más allá; al decir de León Teicher, presidente de la empresa El Cerrejón, las empresas no deben contentarse con hacer lo mínimo necesario, como por cumplir, con las comunidades, sino lo máximo posible. No basta con pagar las regalías e impuestos estipulados en la Ley y/o en los contratos respectivos. Como lo plantea Javier Gutiérrez, Presidente de Ecopetrol, “somos empresas viables en regiones que no lo son y por eso es necesario que hagamos contribuciones para mejorar sus condiciones de desarrollo social y económico”.
Este planteamiento va muy en línea con el nuevo paradigma que se ha venido imponiendo en la gestión empresarial, el denominado por Michael Porter y Mark R. Kramer Valor compartido, según el cual “las empresas deben volver a conectar el éxito de la empresa con el progreso social”. Así y sólo así las empresas obtendrán hacia el futuro la Licencia social, la cual en un momento dado será tanto o más importante que la mismísima licencia ambiental. ¡Así de sencillo!
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