LA subasta de espectro, tan esperada hace menos de un mes, parecía naufragar ante la falta de interesados distintos a Claro, en gran medida por unas reglas poco comunes en el contexto internacional, en especial con un precio base oculto que impedía a los interesados tener certeza de su inversión y una mecánica no muy usada en este tipo de subastas en el mundo. Afortunadamente se dio un certero timonazo por parte de la Ministra, atendiendo de fondo las observaciones de los interesados y en menos de un mes se logró, al inicio de esta semana, un importante hito con la llegada de cuatro interesados en la subasta, número más que suficiente para asegurar un proceso exitoso que dará a Colombia un avance significativo en cubrimiento y mejora de los servicios móviles.
Un proceso tanto o más importante para el futuro digital del país, que se encuentra ahora en un punto complejo que es la licitación para operar el dominio .CO; por un lado el actual concesionario pretende una indebida prórroga y amenaza con demandar al Estado en instancias internacionales; por otro lado, con sobradas razones, la Ministra ha avanzado firme en no ceder a estas absurdas pretensiones y ha reafirmado su intención de abrir la licitación con la publicación de borradores de pliegos a los que diversos interesados han aportado numerosos comentarios.
No obstante el avance en el proceso, las condiciones de este borrador se ven demasiado excluyentes y pareciera que todo apuntara dar a la administración del dominio un giro trascendental, pero de 360 grados, para volver a quedar en manos de la misma empresa que hoy opera el dominio; requisitos como pedir transacciones de un millón de traspasos y prohibir al operador que administra tener vínculos con registradores van en contravía de la realidad y de las prácticas aceptadas a nivel internacional y limita el cumplimiento a solo una o dos empresas en el mundo incluida la actual. Muchos comentarios han llegado en ese sentido y advierten, como sucedió con la subasta, los riesgos de que el proceso resulte en un fiasco, de llegar a resultar habilitada solo la propuesta del actual concesionario, haciéndole flaco favor a la transparencia y al país.
Ministra, así como bien recapacitó con la subasta, es menester que recapacite en este proceso y tome decisiones de fondo y urgentes para que, conservando unos mínimos técnicos adecuados, se asegure que haya un número plural suficiente de empresas habilitadas y así, en la puja que corresponda a los elementos calificables del proceso, que deben ser no solo en dinero para el Estado, sino además en la mayor masificación a nivel local del uso del dominio .CO en las Mipyme, se logren verdaderamente las mejores condiciones para el Estado, pero sobre todo para el desarrollo digital del país.
Adenda: Tanto el empleo disponible como la innovación, hacen especial énfasis en lo digital. Todas las encuestas al respecto señalan ese camino.