La Defensora del Pueblo de Colombia, Iris Marín, expresó su enérgico rechazo al posible nombramiento de Armando Benedetti como asesor del gobierno, argumentando que su historial de comportamientos cuestionables lo descalifica para ocupar altos cargos públicos.
En un reciente pronunciamiento, Marín instó al presidente de la República a no considerar a Benedetti para este tipo de posiciones, subrayando que tal decisión sería un paso coherente con la promoción de la igualdad de género que el actual gobierno dice defender.
Marín enfatizó que Benedetti debería asumir la responsabilidad por sus acciones pasadas y renunciar a cualquier aspiración política.
"El señor Armando Benedetti debería asumir su responsabilidad por comportamientos pasados y renunciar a la posibilidad de ocupar altos cargos públicos", afirmó, haciendo eco de una creciente preocupación social sobre el impacto que tendría su nombramiento en la percepción pública de la administración actual.
Los comentarios de Marín se producen en un contexto donde Benedetti ha sido objeto de críticas por presuntas conductas inapropiadas, incluyendo acusaciones de violencia intrafamiliar. Estas alegaciones han generado un debate público sobre la idoneidad de figuras políticas con antecedentes controvertidos en posiciones de poder.
Las acusaciones contra Benedetti incluyen un incidente reportado por su esposa, Adelina Guerrero, quien lo denunció por violencia de género en España. Según informes, durante una discusión en junio, Benedetti presuntamente la amenazó con un cuchillo, lo que llevó a la intervención policial.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, Benedetti invocó su condición de diplomático para evitar detenciones inmediatas. Este hecho ha sido objeto de una investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación en Colombia.