La historia tendrá la última palabra. Sin embargo, los que tuvimos el privilegio de acompañarlo en su prodigiosa vida, debemos contarle al pueblo colombiano su recorrido vital.
Es necesario entender que desde su campaña para la presidencia tuvo que marchar por largos caminos desprovisto de los elementos técnicos que hoy tiene el mundo moderno, twitter, whatAssp, celular, computador. Personalmente conducía su Renault 12, de color blanco.
En una de sus giras por Pitalito, al recibirlo en el aeropuerto tuve la oportunidad de comentarle que su pueblo lo esperaba emocionado, le teníamos preparado un balcón para que se dirigiera a sus seguidores. Pero Belisario me advirtió: “no quiero estar distante de mi gente, me mostró orgulloso sus manos maltratadas por las multitudes que lo saludaban, de un salto se subió a una sencilla mesa que sirvió como tarima para pronunciar su discurso.”
Su campaña presidencial dirigida por ese gran hombre de paz, Augusto Ramírez Ocampo, y por el ilustre Alberto Casas Santamaría llega a su momento crucial el día de las elecciones.
Cerradas las elecciones, un equipo de la campaña recibe información de cada departamento por ese medio de comunicación moderno de la época que eran los teléfonos y el fax.
A las 9 de la noche, la información de los delegados departamentales registra la victoria del candidato Belisario Betancur. Nos dirigimos entonces al salón Monserrate del Hotel Tequendama donde proclamaría su victoria. La multitud lo aclama, los aplausos retumban en toda la República.
La Registraduría nacional simultáneamente con su alta tecnología de lápices y velas procesaba la información, boletines que iba trasmitiendo Yamid Amat por Caracol radio. Pasaban las horas y poco a poco la victoria de Belisario Betancur se iba desvaneciendo, mientras que el doctor Turbay solitario en el Hilton fue declarado ganador a las 3 de la madrugada. Ahora lo vitoreaban las multitudes que antes aclamaban al doctor Belisario.
Ya en 1982, cuando Belisario Betancur gana la presidencia, la tecnología vuelve a ser su compañera de gobierno.
Se presenta la tragedia de la toma del Palacio de Justicia. Lo que ignora el pueblo es que la alta tecnología favorecía a los guerrilleros, pues ellos contaban con teléfonos satelitales, armamento moderno proporcionado por los países comunistas, mientras que el ejército nacional sólo contaba con un armamento precario, situación que aprovecho el M-19 para tomarse las instalaciones del palacio rápidamente.
¿Y qué decir de la avalancha de Armero? Omaira, símbolo de la tragedia, muere aprisionada por un muro que le bloqueó su cuerpecito. Germán Santamaría contaba que por falta de una bomba succionadora de agua no fue posible actuar rápidamente. Nuevamente la falta de una herramienta técnica actúa en contra de Belisario.
Hoy, Belisario Betancur junto con Augusto Ramírez desde el trono celestial observará el avance tecnológico en la Registraduría nacional, donde la sistematización de los escrutinios permitirá conocer los resultados rápidamente. También aplaudirá a sus sucesores que están logrando la paz, gracias a la semilla que fue sembrada en su gobierno.