Bolívar, ¿Libertador o guerrillero? (II) | El Nuevo Siglo
Viernes, 20 de Agosto de 2021

Y el extraordinario proyecto de España, para América, se desmoronó  con “la funesta noticia de la prisión de nuestros católicos monarcas y real familia, la caída del reino y de todos los Estados, cometidos por los franceses y del peligro amenazando a las Indias y empezó Cristo a padecer […] Napoleón salió con las suyas, y los ciudadanos españoles, de estos territorios, no estaban dispuestos a dejarse de los franceses, y la noche del 20 de julio de 1910 se créo una junta de gobierno en Santafé, y las armas reventaron. […] Pronto se generalizó la sensación de que la Patria estaba perdida: las distintas élites capitalinas se plantearon la necesidad de tomar una decisión clara y terminante para asegurar la independencia de sus respectivos territorios de una metrópoli francesa lo que, además del horror que causaba el espíritu revolucionario asociado a los franceses, podía acarrear la reacción, en forma de bloqueo marítimo o incluso un ataque de las fuerzas británicas establecidas en el Atlántico americano.

Así, a partir de la etapa decisiva de 1810 se podría calificar la etapa juntera como Las Juntas Autonómicas: estas juntas, aunque mantenían una fidelidad teórica a Fernando VII y a la monarquía española, tras declarar reasumida la soberanía en los pueblos, reclamaban abiertamente para si el gobierno autónomo rechazando al provisional e ilegitimo de la Regencia, y pronto, además, se plantearía los mismos que hizo aquella, es decir, la formación de un congreso nacional para decidir sobre el futuro político del territorio. En el acta de constitución de la junta de Santafé se continuaba afirmando que los firmantes estaban dispuestos a derramar hasta la última gota de nuestra sangre por defender nuestra sagrada religión Católica Apostólica Romana, nuestro amadísimo Monarca don Fernando VII, la libertad e independencia de la Patria.  

Por lo cual, José de Leyva, 1791, fue nombrado secretario de cámara del virreinato -siendo teniente coronel- de Nueva Granada y viajó a ésta en 1792. En la junta extraordinaria del 11 de septiembre de 1890 firmó el Acta Constitutiva de la junta de gobierno de Santafé, y juró obediencia y reconocimiento al nuevo gobierno de la noche del 20 de julio de 1810, y aunque Leyva fue arrestado y recluido en el cuartel de caballería de la guardia del Virrey y el 26 de noviembre de 1810 la junta le pidió que se encargase de crear y dirigir una escuela militar, para la formación de los oficiales -que dicho sea de paso es la madre de nuestra escuela militar de hoy-  desde entonces intervino en asuntos militares y de gobierno de los patriotas neogranadinos. Fue ascendido a general y posteriormente a mariscal de campo miembro del Colegio Electoral de Cundinamarca.

En septiembre de 1814 Leyva es comisionado para defender la ciudad ante el ejército del Congreso de las Provincias Unidas comandado por Simón Bolívar, que se presentó el 10 de diciembre 1814 y terminó en derrota para las tropas santafereñas de Leyva”. Este es el principio de las incontables guerras fratricidas que nos han acompañados hasta nuestros días.

Fuente: 20 de julio de 1810, Manuel Pareja Ortiz.