CARLOS ALBERTO ESTEFAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Viernes, 24 de Mayo de 2013

Cumbre del Pacífico


Los intentos de nuestro país por impulsar el intercambio comercial con otras naciones van desde importantes esfuerzos de complementación económica, pasando hace ya varios años por su vinculación a la Asociación de Libre Comercio Alalc y luego al Pacto Andino, como parte de un proceso integracionista inspirado en la experiencia  europea.
Recordemos que el inicio de la integración en nivel de los países andinos tuvo ocasión en el Acuerdo de Cartagena en mayo de 1969 y consecuentemente con ello vino  la participación de Colombia en la Comunidad Andina de Naciones (CAN), en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y en la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi).
Asimismo, dentro del proceso de  apertura económica hemos estado dispuestos a  abrir recíprocamente nuestros mercados con la firma de acuerdos bilaterales y multilaterales.
A comienzos de los 90, por ejemplo, se hizo el intento de configurar el G3 o grupo de los tres, México, Venezuela y Colombia, el cual a la postre no arrancó; hasta llegar  a los  Tratados de Libre Comercio firmados, entre otros, con  Estados Unidos, Canadá, y Europa.
Todos ellos con resultados relativamente discretos, o por lo menos modestos.
Ahora se trata de la Alianza del Pacifico, reunida esta semana en Cali con mucho bombo empresarial.
A nuestro modo de ver, un gran acierto en la perspectiva de impulsar el puerto de Buenaventura e imprimirle una dinámica empresarial renovadora a una zona del país azotada por el narcotráfico.
La Alianza del Pacifico, iniciativa de los presidentes de Perú, Chile, México y Colombia con el fin de “avanzar progresivamente en el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios y personas", ha pasado a ser del interés de nueve mandatarios que se dieron cita en Cali  junto a delegados de Australia, Japón, Nueva Zelanda y Uruguay, evento sin precedentes en la historia de esa ciudad.
Entre tanto, políticamente se dice que es una iniciativa "con la venia de Washington, a contramano de herramientas intrarregionales como el Mercosur, la Unasur o Celac" y por supuesto diferente del propósito chavista de integración latinoamericana en cabeza de países diferentes a estos, siendo ese el común denominador ideológico que la anima.
Sin embargo, su principal reto es crear una plataforma económica y comercial de proyección al mundo, especialmente a la región del Asia-Pacífico y eso es fundamental para nuestro país.