El país llora desconsoladamente el retiro de Daniel Coronell de la Revista Semana. Ya estábamos acostumbrados a sus frecuentes denuncias semanales.
Destacábamos su valor civil para desenmascarar personajes corruptos que destruyen nuestra república. Todos dábamos por cierto lo que él contaba, nos deleitábamos con la lectura de sus columnas, pero jamás confrontábamos sus denuncias.
Estoy seguro que muchos colombianos imaginaban ver a Colombia convertida en un paraíso, pues con sus denuncias se produciría una verdadera revolución, como decía Rafael Núñez: “Revolución o catástrofe”
Tuve la oportunidad de presenciar una de las charlas de Daniel Coronell en la Universidad del Rosario, en ella afirmaba que “todo periodista también debía tener el valor civil de rectificar cuando fuere necesario”.
Pero que gran decepción, conociendo una de sus investigaciones parcializadas le pregunté ¿si estaba dispuesto a rectificar su equivocada denuncia sobre una empresa colombiana?
Su cinismo me dejó desconcertado, al responder que esa empresa y ese ministro eran lo más corruptos del país.
La realidad es muy diferente, Daniel Coronell mintió, las evidencias demuestran que esa columna-denuncia sólo forma parte del archivo de la revista Semana, jamás fue presentada ante la fiscalía para llegar al fondo de la cuestión.
Me niego a aceptar que Daniel Coronell sea considerado un periodista inmaculado, pues lo he visto sentado a manteles recibiendo agradecimientos de uno de los parlamentarios corruptos que presentó en la Cámara de Representantes un proyecto de acto legislativo que busca destinar un 20% del presupuesto nacional, para que los parlamentarios definan de manera pública a qué regiones debe ir la inversión, yo diría para favorecer mejor su clientelismo.
Por el contrario, seguimos igual, las denuncias sobre Odebrecht, Reficar, la aprobación del manejo autónomo de un 20% del presupuesto por parte de los parlamentarios, aún no ha movido ni una mosca.
Para no quedarnos en el fango de las calumnias, mejor sería que el expresidente Barack Obama escribiera en la revista Semana, deberíamos aplicar sus palabras: “mirar hacia el futuro para no quedarnos en el pasado”. Sería una gran oportunidad para recorrer un camino diferente, un camino próspero
El expresidente Obama nos dejó a su paso por Bogotá muchas lecciones de vida, que debemos llevar a la práctica si queremos de verdad transformar nuestra bella Colombia.
Dijo el expresidente: -“Uno hace liderazgo dando ejemplo, no fue un discurso lo que hizo grande a Mandela, la gente veía que tenía convicciones y hacía sacrificios”, “Si quieren cambiar el mundo, empiecen ahora. Cada día uno se despierta y habrá algo que podamos hacer mejor”, “Siempre habrá algo que podamos ajustar, alguien a quien podamos tratar mejor o algún aporte que podamos hacer a nuestra comunidad”, “Empiecen ahora el cambio, si lo hacen les prometo que podrán cambiar a Colombia y al mundo”, “Piensen en lo que les apasiona, inviertan toda su pasión y esfuerzo en ello”.
¡Por favor señores Revista Semana, una columna para el expresidente Obama!