Entre 1958 y 2018 se han contabilizado 15.738 víctimas de violencia sexual por parte de actores de la violencia en Colombia. El 42% de los casos es atribuido a las guerrillas. Lo nuevo, lo que los colombianos apenas estamos descubriendo es la empresa criminal de la esclavitud sexual de niños y niñas en las Farc.
Conocer a Lorena Murcia y a las niñas de la Corporación Rosa Blanca ha sido, en lo personal, una dura experiencia. Conozco y he vivido muy cerca de muchas víctimas, pero me ha conmovido de una manera indecible sus testimonios. Niñas que fueron arrancadas de sus casas. Niñas a las que “les robaron su niñez”, que fueron reclutadas, lejos de sus hogares, de sus padres, de las cosas propias de su edad y en las Farc dotadas de arma y uniforme, fueron sometidas a la esclavitud sexual.
Las vírgenes violadas por los comandantes una vez “desgastadas” iban bajando en la cadena de mando. De mano en mano. Entre una especie de obligación que según ellas narran, Victoria Sandino les explicaba; ellos son hombres y nosotras mujeres y es parte del trabajo. Y cómo método anticonceptivo utilizaban el aborto. Practicado sin ningún estándar, y lo que es más grave en contra de la voluntad de las madres que -pese a la violación- encontraban en su embarazo algún lugar familiar. Hasta eso, sus propios hijos, les arrancaron.
Hace unos días en la audiencia pública de la comisión paz escuchamos a estas víctimas. Entre los intentos de otras víctimas de convertir la audiencia en un debate sobre la JEP, quedó como en voz baja la denuncia de las niñas, quienes aseguraron que hoy con pruebas, denunciaron a Victoria Sandino, actual senadora por tres reclutamientos, cuatro violaciones y dos abortos. A Pablo Catatumbo, actual senador acusado de 18 reclutamientos, 4 violaciones y 19 abortos. Carlos Antonio Lozada, actual senador: 12 abortos, 3 violaciones y 32 reclutamientos. Iván Márquez: 9 abortos, 2 violaciones y 7 reclutamientos. Rodrigo Londoño “Timochenko”, jefe del partido Farc: 14 reclutamientos, 6 abortos y 3 violaciones. Alias Romaña: 19 abortos, 3 violaciones y 26 reclutamientos. Alias El Paisa: 21 abortos, 3 violaciones y 64 reclutamientos. Juan Alberto Parra, alias Mauricio o el médico: 127 casos de aborto. La lista sigue...
Es la prueba irrefutable de la sistematicidad del reclutamiento de menores, de la violencia sexual. La prueba de la sistematicidad de la pedofilia y la esclavitud sexual; de los abortos forzados.
La Corte Constitucional consideró inconstitucional lo que había dicho el Congreso, sobre esta materia, esto es, que los crímenes sexuales contra menores no podían ir a la JEP, pues no guardaban relación con el conflicto armado. Decidió el alto tribunal que esos delitos sistemáticos de lesa humanidad como la esclavitud sexual deben ir a la JEP. Aquello significa que sólo los máximos responsables serán juzgados. ¿Podrá bastar la declaración de que esta práctica era una política de la organización para que haya un solo responsable?, seguramente y en consecuencia este será susceptible de una pena transicional, que será irrisoria -lejana a un castigo.
De esto se tratan las objeciones y el proyecto de acto legislativo del gobierno. No permitir la impunidad de los delitos sexuales contra los menores. Me parece necesario, es más, no puedo entender que alguien acepte que las Farc no respondan por estos crímenes. Esta debería ser una causa nacional, que nos una. Por encima de toda diferencia política, los niños son de todos.