Esos apoyos que sin miedo o asco ha recibido el Pacto ‘Histérico’, encabezado por el aspirante a tirano, no son para nada gratis y tampoco bienaventurados en pro del ideal socialista, como ellos pretenden mostrarlo. Esa manada de experimentados lagartos sabe que el alquiler de sus maquinarias no requiere de mucha ideología, pero sí de mucho billete y aceite burocrático.
Por eso, el ‘Señor de las Bolsas’ seguro ya comprometió hasta las cortinas de Tutina en Palacio. ¡Qué peligro! Imagínese después de la crisis que ha vivido el país a causa del covid-19, se entregue a personajes como Roy, Benedetti o Luis Pérez el manejo de las finanzas públicas y el futuro de Colombia. ¡En un año no queda nada! Estos personajes ya han demostrado su capacidad y habilidad para manejar el Estado en beneficio propio y sabemos que, como Petro, no tienen ningún límite moral o vergüenza en hacerlo.
Mejor dicho, así se la pongo. Donde esta gente llegue a gobernar le tocará al Estado poner su propia fábrica de maletines y bolsas plásticas que facilite los supuestos ‘pagos’ de prediales y puedan hacerse varios ‘préstamos’ al mejor estilo de Juan Carlos Montes.
Pero dejando a un lado el humor, lo grave del asunto, es que esta repartija de la torta estatal apenas comienza. Porque ya vimos que ese viejo establecimiento liberal que hoy está en el Pacto, no es el único interesado en conseguir juego en el eventual gobierno ‘Inhumano’.
Los Verdes, liderados por la pareja más poderosa de Bogotá, se pusieron las pilas e iniciaron de manera poco discreta sus negociaciones con el petrismo. ¿Cuál será su interés? La verdad no sé, pueda que Claudia quiera el Ministerio de Educación, el Bienestar Familiar, un puesto para el viejo Navarro o, simplemente, lograr el compromiso de: yo te elijo, tú me eliges. Definitivamente, ¡la política sí que es dinámica!
Lo bueno de todo este circo es que comenzamos a ver las verdaderas pieles de varios sectores de la Coalición de la Esperanza, en la cual recordemos hay también mucho lagarto experimentado, con poca ideología y mucha maquinaria como Juan Fernando Cristo y los adeptos que está trayendo Gaviria. Por lo tanto, cabe preguntar será que los ‘esperanzados’, dado el caso en segunda vuelta ¿se irían con Petro? Yo creo que sí, al menos una buena parte.
El tiempo nos dará o no la razón, pero sí podemos concluir que estas coaliciones autodenominadas como el cambio o, inclusive, el verdadero cambio, son más de lo mismo con los mismos.
¡Uy! y antes que se me olvide, lastimosamente, estas mismas dinámicas aplican al Equipo por Colombia que decidió terminar de matar su legitimidad moral a causa de los Char. De seguro, cualquier escenario con estas Coaliciones del ‘Cambio’, terminará siendo más caro que la candidatura de Aida Merlano.