"Hoy por hoy Vargas Lleras es la opción presidencial más segura"
Hoy, en medio de tanta incertidumbre en la vida colombiana, en el campo político crece la certeza que Germán Vargas Lleras, con el pasar de los días, se está convirtiendo en la opción presidencial más viable entre todas las que, en montonera, se han puesto en juego.
Desde sus primeros pasos en ese quehacer político, Germán los ha dirigido hacia el Palacio de Nariño y nunca se ha desviado un milímetro de sus propósitos. Hoy, a pocos meses de definirse la sucesión de Juan Manuel Santos, muchos colombianos están tan convencidos como él, que el éxito coronará sus esfuerzos en esa dirección.
Y como todos sus ancestros, los Lleras, está imbuido, de un mesiánico convencimiento sobre su destino. Todo lo tiene fríamente calculado y contra todos los pronósticos y recomendaciones se ha lanzado a su aventura sin el manto protector de ningún partido ni movimiento, ni siquiera del que él mismo fundara, Cambio Radical. No ha querido comprometerse con nadie, pero ha estado coqueteando con todos.
Liberal hasta los tuétanos, sabe mejor que nadie que este partido solo podrá salir de la patética crisis en que se encuentra apoyando sus aspiraciones. Lo propio pasa con el conservatismo. Tan godo como lo fue su tío abuelo, puede estar también seguro de que más temprano que tarde los azules se contarán entre sus seguidores más entusiasmados.
La gran incógnita sobre qué hará el Centro Democrático, a medida que se acercan los comicios, es cada día menor. De su tajante veto hace ocho años, el expresidente Álvaro Uribe, ha pasado a referirse a él con respeto y cierta simpatía. Aunque Germán y el expresidente parecieran ser “el agua y el aceite", lo cierto es que ambos terminarán siendo hermanos siameses.
Aunque la izquierda ha tratado de disciplinarse y buscar alianzas comunes, a la hora de la verdad siguen siendo "franjas lunáticas" en el horizonte electoral. Una candidatura como la del antioqueño Fajardo, aunque aparentemente popular, a la hora de las definiciones será muy difícil de concretar por falta de claridad ideológica y programática. Al igual que las de Ordóñez y Marta Lucía Ramírez.
A estas alturas del paseo Vargas Lleras sabe que los planetas se le están alineados a su favor y se comporta en consecuencia. Su empeño ahora es aparecer y parecer "presidenciable". Sabe que al final del día el factor que más determinará los resultados es el grado de credibilidad y fiabilidad de su imagen y todas sus presentaciones buscan consolidar esas percepciones. Sabe, mejor que nadie, que los momentos difíciles por los atraviesa el país demandan carácter y mano fuerte y mucho olfato político. Y de estas cualidades está bien dotado.
Tanto Santos como Uribe saben que, a la hora de la verdad, Vargas Lleras no solo será una carta ganadora sino el mejor aliado para retener u obtener el real poder político. Y ambos están convencidos que está más que preparado para ser el Presidente del llamado post conflicto. Con él las cosas son claras y con él saben a qué atenerse. Y el país también.