De nuevo los hipopótamos | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Marzo de 2021

Es cada vez más notorio el hecho de que las autoridades ambientales, en general, suelen reaccionar a los problemas que desatan polémica en las redes sociales o en los medios de comunicación; pero lo más grave es que dicha reacción está enfocada a parar el posible ruido y no, como debería ser a solucionar los problemas.

Por estos días se ha movido nuevamente el tema de la nefasta herencia de los hipopótamos de Pablo Escobar, tema que afecta a gran parte de la población ribereña del Magdalena medio, y tema que de igual manera que otros muchos va pasando de moda sin encontrar solución real.

Para el año 2016, el tema tuvo su auge en redes, a partir de la muerte de “Pepe”, un viejo hipopótamo escapado de la hacienda Nápoles y que estaba causando muchos daños en los alrededores; al respecto tuve oportunidad de escribir en esta columna, en el mes de julio de ese año, lo siguiente; “Las posiciones oscilan entre la conservación a ultranza sin más consideraciones y la conservación controlada dentro de ciertos límites. En ese amplio espectro de opiniones es muy posible que jamás se llegue a puntos de vista convergentes que permitan solucionar algunos problemas generados hace décadas y de difícil pronóstico.”

Pero además en dicha columna se dejo clara la magnitud del problema en los siguientes párrafos; “… el tema de los problemas asociados a los hipopótamos que hoy por hoy están destruyendo la flora y la fauna propia del Magdalena Medio y afectando material endémico de nuestras regiones, generando, además, un peligro cada vez mayor para los pobladores de dichas zonas.” Y “… tiene una fuerza en la mandíbula superior a la de cualquier otro mamífero. Se tienen registros de 132 muertes por su causa en el último quinquenio.”

No puedo menos que estar de acuerdo con los animalistas a ultranza en el hecho de que los hipopótamos no son culpables de estar en esa zona, el culpable de esta, como de otras muchas tragedias del país, es o fue Pablo Escobar. Al caer Escobar, el Estado envió la mayoría de los animales a zoológicos por todo el mundo, con muy pocas excepciones, entre las cuales estaban los hipopótamos. Ellos continuaron viviendo y reproduciéndose en aguas cercanas y terminaron por huir y desplazarse a través del río Magdalena. Estos depredadores de nuestros ecosistemas primarios no conocen depredadores naturales en estas regiones y se están reproduciendo en forma alarmante. Hoy se calcula que existen 3 veces más que en 2016 viviendo en nuestro territorio con todos los peligros que eso implica.

La mejor opción que se plantea es la castración de los machos y la esterilización de las hembras. De esta manera se podría delimitar el problema en el tiempo y erradicar la especie de nuestro territorio. Esta opción tiene el problema de que se requiere un tiempo considerable para poder ubicar a todos los elementos de la especie y unos recursos técnicos, económicos y humanos para llevar a cabo el procedimiento.

Estamos a la espera de soluciones, antes de que los herederos animales de Escobar, terminen de destruir varios de nuestros ecosistemas.

alsanchez2006@yahoo.es

@alvaro080255