Existen partidos de clase que todavía utilizan expresiones como la de proletarios contra las oligarquías, concentran su interés en conseguir votos de la población de menores recursos y piensan en la imposibilidad de la integración comunitaria para obtener dentro la disminución de desigualdades y el progreso colectivo. En Colombia esas fuerzas intentan unirse en procura de un candidato, confundiendo oposición con respaldo al gobierno por el acuerdo de paz. No sabemos si se presentarán unidas o divididas, ni la forma como seleccionarán su candidato o candidatos a las elecciones presidenciales del 2018, seguiremos el proceso. Recordamos, eso sí, que hasta Rusia y China modifican su esquema político y, con diferencias, transitan por la adaptación de sus Constituciones a una apertura capitalista con sentido social.
En los partidos en los cuales caben todos los estratos el respeto por la libertad y la democracia es un estado de ánimo que se encuentra en millones de ciudadanos. El conservatismo estudia la posibilidad de tener candidato propio a la primera magistratura, seguramente dejara abierta la opción de participar en alianzas, tiene que dejar su condición de partido bisagra, de un buen nombre dependerá el futuro, posee tradición e historia.
El Centro Democrático, entre varias opciones, sacará un candidato y su jefe único anuncia pactos con sectores dispuestos a rectificar errores y equivocaciones gubernamentales de los últimos años.
¿Cómo será la consulta liberal y la escogencia de su candidato? En el país hay mucho liberal y poco partido, sin desconocer que dentro de éste hay nombres respetables. El clientelismo impacta, las disputas personalistas crecen y el dilema es si realizar una consulta cerrada o abrir las puertas a liberales que quieran someterse al escrutinio, aun cuando formen parte de colectividades con otras denominaciones. No olvidamos que fueron disidentes liberales quienes fundaron los suyos incluyendo al actual presidente de la República y a su antecesor. Preocupante que prevalezca el criterio de hacerla cerrada, poniendo en duda derechos de aspirantes, sin importar que el resultado de la consulta sea malo. En pasados comicios el partido casi no supera el umbral. Quedamos a la espera de las reglas del juego y de los alcances de la consulta, ella tampoco cambiará nuestra manera de ser, ni de pensar.
Los ciudadanos debemos estar atentos a la adopción de candidaturas, a su origen, a la recolección de firmas, a los planteamientos y a los programas que se ofrezcan. Candidatos voceros de estrechos círculos son inadecuados. Antes de la fecha formal de elección presidencial pasarán cosas. ¡Ojo con los compromisos que se pacten en las coaliciones! La corrupción se mete por todas partes.