Los síntomas arrojados por la pandemia y los crudos efectos del covid-19 sacuden los resultados de Colombia, desde el cierre del pasado año; son calificados como devastadores en finanzas, inversiones, producción e ingresos, al establecer que la economía está tibia y con cara de receso esperando despegue de 2021.
La Organización para Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde) al evaluar el comportamiento de Colombia entre 37 miembros de ese organismo, descartó la posibilidad de una recuperación financiera y agregó que solo alcanzará 8.5% de ligero aumento el próximo trimestre, si hay menos cuarentenas y confinamientos.
Los gremios empresariales no descartan que el país este cruzando la frontera de una recesión; el duro golpe de la pandemia a los indicadores, dejan pensar que la recuperación, por lógica no salió, al iniciar año; mientras el 2021, refleja también perspectivas negativas, de economía tibia como ahora.
La anhelada reactivación económica con generación de empleo también tiende a temblar su eventual configuración; Gobierno Nacional con Ministerio de Hacienda están llamados a olvidar más tributación, porque con frecuencia, sin pena ni gloria, el Ministro Carrasquilla mencionó el año pasado; si se fijan tributos, estallará rechazo ciudadano por sobrecargos.
Calman temperamentos críticos desde plataforma oficial: aseguran que este año y en 2022 no se aumentarán impuestos; eso equivale a leer futuro a 24 meses de distancia. Respetando opiniones, hay pronosticadores similares a los que hubo en la hípica.
Y el empleo, no puede olvidar que el -Sena- está creado formación técnica de expertos que en cualquier momento pueden ejercer labor profesional en empresas de los distintos frentes productivos, ofrecidos a jóvenes en capacidad de integrarlos, por vías de empleo.
Industria de Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga y Manizales, confirmaron a Comité Gremial que, pese a cuarentenas y confinamientos, algunas empresas habían comprado insumos previendo crecimiento en ventas y no llegaron.
Se requiere ahora desearle suerte a la iniciación de Ley de Emprendimiento, a cargo de la Superintendencia de Sociedades y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, para fortalecer empresas, con apoyo de la Nación, para producción y empleo.
Con marcada tibieza difícilmente se desarrollará y, peor aún en comercio; se habla de promociones, rebajas y descuentos, pero con bajones y lentitud de compradores, dicen que “al final se teme que producto y vasija fracasen”.
El termómetro revela ejemplos: Uno de los más importantes centros comerciales, en el norte de Bogotá, cerró parcialmente oficinas, con personal trabajando desde la casa. Y propietarios de tiendas de ropa, calzado, muebles y utensilios de cocina, entregaron locales por arriendos elevados.
Y en la Avenida Chile (Calle 72) entre carreras 5 y 15, hay cierre de oficinas y locales, en receso de actividad administrativa en seguros, finanzas y asesoría profesional de distinto orden. Es otro perfil de economía tibia, sin empleados laborando.
La iniciativa independiente propone a gremios empresariales respaldar el Plan de Salvamento Crediticio, que solicitará al Gobierno Nacional para empresa pequeña, mediana y grande, a fin de calmar con vacuna financiera, las aguas de la tibieza económica.