Un 17 de diciembre del año 1819, el Libertador Simón Bolívar, en el Congreso de Angostura, hizo aprobar la Ley Fundamental de la unión de Nueva Granada y Venezuela y ese mismo día a sancionó, quedando constituida la República de Colombia, conformada por los departamentos de Venezuela, Cundinamarca y Quito. Esta Ley Fundamental fue aprobada por unanimidad y en sus catorce artículos fundacionales dispone que su territorio será de ciento cincuenta mil leguas cuadradas, que el poder ejecutivo será ejercido por un Presidente quien, también en ese mismo día y mediante otra ley diferente, fuera Simón Bolívar como Libertador de Colombia. Así pues fue ese memorable día cuando nuestro país nació a la democracia y, desde entonces, ha tratado de darle ejemplo republicano a todo un continente.
En esta semana que termina y conmemorando tan trascendental ocasión, la Sociedad Bolivariana de Colombia, bajo la presidencia de Don Miguel Santamaría Dávila, convocó a sus miembros para una vez más rendirle agradecimiento eterno a la procéra figura del caraqueño inmortal. Fue también una oportunidad para reiterar el anuncio del gran salto de la Sociedad a la construcción de una sede propia al lado de la Quinta del Libertador y de la Universidad de los Andes, gran auspiciadora del ambicioso proyecto. Será un conglomerado de modernas edificaciones, con grandes salones de estudio y conferencias, amplios corredores para exposiciones, restaurante y cafetería y hermosos prados aledaños. Podrá estar funcionando en cuatro años.
Será un ámbito singular para albergar y dar lustre permanente a los diversos episodios de la vida y obra del Libertador Presidente. Grandes benefactores, a la cabeza de los cuales se encuentran José Alejandro Cortés y su grupo Seguros Bolívar, están haciendo posible este sueño: que nuestro Padre de la Patria "vuelva a vivir". Es además una gran manera de poder entender el papel de la historia nacional y le gesta heroica de quienes la han hecho posible.
Quisiéramos terminar esta breve reseña haciendo alusión a la desaparecida "Cátedra Bolivariana", que por años acompañó a los bachilleres colombianos. Sería muy recomendable que la Sociedad estudiara la manera de cobijarla bajo su amparo y lograr, con el gobierno, que volviera formar parte del pensum académico tradicional. Los tiempos difíciles que traviesa hoy el país necesitan que la memoria bolivariana ilumine nuestra ruta republicana.
Adenda
Esta semana, anoche para ser más precisos, terminó la emisión televisiva por Caracol de la vida del grande hombre. Fue un esfuerzo loable y muy respetable por acercarnos a su figura y a su obra, que merece un reconocimiento entusiasta