Un comentario común que hubo en la primera semana del gobierno Petro era que estuviéramos tranquilos que había que darle unos dos años para saber para donde iban las cosas y tomar decisiones. Que deberíamos estar muy tranquilos porque el ministro de hacienda del “social demócrata” Petro iba a ser Ocampo y era el economista más importante de Colombia y profesor además de la Universidad de Columbia. ¡Cómo no estar tranquilos con semejante garantía! …

Pues no. Estaban muy equivocados. En menos de cien días la economía colombiana da señales de estar completamente seca. El peso colombiano es de las monedas más devaluadas del mundo. Y esto es gracias a los anuncios incoherentes y contradictorios de la ministra Vélez, de Minas y Energía, del fin de la exploración de petróleo y gas en Colombia de un día para otro. Los de la resentida ministra de Salud anunciando con rabia una reforma al sector que nadie quiere, pero ella insiste en hacer para dejarnos una Colombia mejor. Todos y todas quieren una Colombia y planeta mejor… 

El inoperante ministro de defensa tácitamente ordenando una política de brazos caídos a los miembros de la fuerza pública así los estén matando como se vio la semana pasada en Bogotá. La ministra de Trabajo quien con tono de sindicalista solo exige, pero no propone nada. Tras bambalinas Roy y Bolívar. Un ministro del Interior que manda a su vice a meterse a las tanquetas para indultar de forma exprés a los vándalos y terroristas. Un pésimo mensaje y ahora si me da risa quienes decían que estaban tranquilos porque Colombia tiene unas instituciones muy fuertes…

El ministro de Hacienda ya debe estar cansado de corregir los mensajes de todos sus colegas y sobre todo de desprestigiarse. Pero ya es tarde corregir mensajes. El daño está más que hecho y en menos de cien días. Ningún inversionista arriesgaría ni un centavo y mucho menos su reputación en un mar de inseguridad jurídica e inestabilidad económica. Hasta Claudia López exige el imperio de la ley y no el imperio de la impunidad y la compasión. Y eso que no han aprobado las mil reformas porque los burócratas y muchos más estos que están en el poder son insaciables con el gasto y la pedidera de plata al ciudadano. Siempre van a tener una excusa para querer gastar más y robar más. Por eso es que le proponen al pueblo reformarlo todo y se inventan necesidades innecesarias.  Reforma tributaria, agraria, de la justicia, de la salud, de las fuerzas militares, indulto total, paz total cambió de todo absolutamente... ¿Acaso ser presidente de la república, un cargo temporal, da derecho a destruir todo y cambiarlo todo? ¿Los intereses de nosotros el constituyente primario acaso no cuentan? Pues si esto es así la democracia parece más una dictadura en la que se hace la voluntad de un presidente temporal. ¿O será que no es temporal?

“No hay nada más peligroso que alguien que quiere hacer del mundo un lugar mejor”: Bansky

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