Al gobierno Petro lo eligió una mayoría ciudadana partidaria de la propuesta del desorden. Éste conduce a la anarquía, los problemas aumentan y en medio de posiciones contradictorias de algunos altos funcionarios el poder se diluye.
Las noticias sorprenden, empiezan a sentirse los efectos de la reforma tributaria, está en veremos la compra de tres millones de hectáreas sin determinar a los ganaderos, base para el inicio de una reforma agraria; errónea la suspensión de exploración y explotación de gas y petróleo así se aclare que la determinación se refiere a nuevos contratos -la ministra de Minas dice que debemos volver a cocinar con leña- que en ocho años solo circularán carros eléctricos, futurología negativista basada en cifras de reservas de hidrocarburos fundamentadas en “errores aritméticos”. La idea de que el turismo puede reemplazar cuantiosos ingresos indispensables para el funcionamiento del Estado no corresponde a la realidad.
Suponer que creando un ministerio de la Igualdad con más burocracia se resuelven problemas de género y discriminación es utópico; incomprensible la alteración del orden jerárquico de las Fuerzas Armadas, cambiar su misión constitucional; la negociación con delincuentes y narcotraficantes corresponde a un peligroso criterio de moral; nombrar de gestores de Paz a integrantes de la primera línea sindicados de la comisión de desmanes e investigados por los mismos no contribuye a su obtención, el borrador de un proyecto de ley, que lleva en su bolsillo el ministro de Justicia para otorgar disminución de penas a condenados por la comisión de ciertos delitos, -el de hurto de celulares entre ellos- con la intención de disminuir el hacinamiento carcelario, de ser aprobado afectaría a la sociedad, el hacinamiento persistirá si no se construyen nuevas cárceles y mejora la condición de las actuales.
Las propuestas de reformas pensional y de salud en lugar de corregir fallas las agravan, crean incertidumbre, las encuestas lo indican; carece de sindéresis la solicitud del presidente de la República para que se entierre un trayecto en la obra del metro de Bogotá, con más estudios costosos, excediendo en varios billones lo presupuestado y prolongando el tiempo de entrega.
El aumento del costo de vida asfixia, impacta la situación mundial, una de las causas de la escalada de precios a la cual se añade la inseguridad jurídica e impositiva. La multiplicación de opiniones en reuniones internacionales e internamente, incluyendo la referente a la “operación militar especial” de la Federación Rusa en Ucrania, debilita las relaciones con los países industrializados y enreda el proyecto de protección de la Amazonía, esfuerzo conjunto indispensable para disminuir el persistente deterioro del planeta.
¿Qué hacer con el Mandato Oscuro? Se necesita liderazgo, hablar con franqueza, tratar de que el gobierno deje la dispersión, la legitimidad existe y los ciudadanos respetamos la decisión adoptada en las urnas, pero el resultado no puede aducirse como argumento para el deterioro institucional y ético. El presidente se ha autoconvencido de que lo hace bien, sus compatriotas le decimos que vamos mal. El cambio positivo no aparece.