Si analizamos el panorama de las próximas elecciones presidenciales colombianas podríamos deducir que hay nueve candidaturas viables divididas, según sus posibilidades, en tres grupos: El primero estarían integrado por Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo e Iván Duque, con las mayores probabilidades. Al segundo lo integrarían Gustavo Petro, Clara López y Humberto De la Calle, animando la contienda. En el tercero, un poco a la expectativa, estarían Piedad Córdoba, Alejando Ordóñez y Rodrigo Londoño, "Timochenko". En la periferia, Martha Lucía Ramírez y Juan Carlos Pinzón, como posible fórmulas vicepresidenciales.
A la hora de la verdad Germán Vargas Lleras parece contar con los mejores activos políticos. Desde hace muchos años está en la vitrina y fiel a su casta y a sus genes, tiene tantos adeptos como adversarios. Aunque todos le reconocen su capacidad ejecutiva, también le critican su manzanillismo. Tanto que cuando creó Cambio Radical, su propio partido, los primeros en inscribir fue a los caciques regionales. Quizás por ello salió a buscar firmas.
En posibilidades reales sigue Sergio Fajardo, el doble exmandatario antioqueño. Aunque profeta en su tierra, aún no es muy conocido a escala nacional pero ha logrado proyectar una imagen de trabajador honesto, preocupado por las cuestiones sociales. Ha sido un buen administrador y prueba de ello es la forma positiva como ha sabido "administrar" sus propios intereses y ambiciones políticas. Que desde la provincia esté liderando casi todas las encuestas es prueba de una gran habilidad política y que pose de jovencito, siendo en realidad sesentón, es buena prueba de sus recursos.
Cierra el lote puntero un joven cuarentón, Iván Duque, que ha sabido impulsar una carrera meteórica en el Centro Democrático y que bajo la protección de su jefe Álvaro Uribe, muy seguramente peleará hasta la recta final. Bien preparado e irradiando una gran decencia personal, podría ser la gran sorpresa en la sucesión presidencial. La incógnita está en saber si la decisión uribista de ir con lista abierta a las parlamentarias puede diluir adhesiones. En todo caso desde ya Duque está logrando un puesto prominente entre los protagonistas de nuestro quehacer político en los próximos años.
Los dos anteriores candidatos han sido calificados como "fenómenos políticos". Sin embargo nosotros creemos que el verdadero "fenómeno" es Gustavo Petro, quien habiendo sido un pésimo alcalde Bogotá, tiene "encarretado" a un electorado de casi un millón y medio de electores potenciales. Es, de lejos, la figura más destacada de la izquierda pero no sabe construir alianzas. De la Calle personifica una apuesta seria pero muy adusta y sin mayor carisma. Ha sido desde siempre un político respetable, pero no emociona. Clarita López, por el contrario, goza del afecto de sus parciales, pero parece haber tocado "techo" en sus aspiraciones.
El exprocurador Ordóñez de seguro no podrá procurar más lealtades electorales. Martha Lucía es una formidable polemista, pero su intensidad en la defensa de sus convicciones ha sido un grave pasivo. Hemos hablado de "Timochenko" porque creemos que, a pesar de su inmensa y merecida mala fama, en este país todavía electores muy despistados y descriteriados. Amanecerá y veremos.