ERNESTO RODRÍGUEZ MEDINA | El Nuevo Siglo
Sábado, 14 de Junio de 2014

Una sabia decisión

 

El día de mañana el conservatismo colombiano con sus tradicionales tres millones de votos ungirá al candidato victorioso y determinará quién será el próximo inquilino del Palacio de Nariño. Lo hará de una manera abierta y clara y nadie podrá tener duda de su inmensa capacidad determinante en el resultado. Así las cosas el próximo presidente Óscar Iván Zuluaga podrá gobernar de cara al país y al mundo con unos programas nacidos de unos principios tutelares de nuestra colectividad.

La figura descollante y clave en todo este proceso ha sido Marta Lucía Ramírez, quien con su extraordinario triunfo electoral en la primera vuelta, aglutinó por la base, a todo el partido de Caro y Ospina y licenciaron a los parlamentarios que se habían engolosinado con la ya famosa mermelada santista. Fue una victoria contundente y oportuna que facilitará el retorno al poder del partido en igualdad de condiciones a sus aliados políticos y sin que en forma vergonzante tenga que contentarse con ser un apéndice coyuntural de oportunistas alianzas.

Ese retorno al poder por la puerta grande le va a permitir cogobernar con sus mejores hombres y sus mejores ideas. Será una oportunidad grandiosa para realizar las grandes transformaciones que el país necesita, especialmente en el campo colombiano que en los últimos años se ha visto abandonado por culpa de unas malentendidas políticas públicas. Será edificante ver el espectáculo de un Presidente conservador y unos programas conservadores encargados de velar por la modernización del agro. Será el momento de reivindicar nuestras grandes conquistas sociales como la verdadera reforma de la salud y una bien pensada y mejor ejecutada reforma de la justicia. Dos de los pilares de nuestra lucha política.

El país debe estar tranquilo con un triunfo de Zuluaga, arropado por las tesis conservadoras. America Latina tiene hoy vergonzosos ejemplos de lo que han producido en países como Argentina, Venezuela y Nicaragua los irresponsables gobiernos de izquierda. El Partido Conservador es la mejor garantía de que el gobierno de Zuluaga buscará una paz sin condiciones, basada en la justicia y en la equidad. Colombia no se puede dejar engañar por las calumnias interesadas. Por lo demás ha sido muy triste el espectáculo que la campaña santista ha brindado con el uso y abuso de las campañas publicitarias. Prácticamente todo el aparato del Estado se ha volcado en tratar de salvar una candidatura que hace agua por los cuatro costados. Esos abusos se deben castigar en las urnas.

Ernstorodriguezmedina@gmail.com