ERNESTO RODRÍGUEZ MEDINA | El Nuevo Siglo
Sábado, 12 de Mayo de 2012

Amo, perro y gato

 

El mundo empresarial, el de la política y el familiar se han de basar en la convivencia pacífica. Cómo lograrla ha sido, por años, el tema preferido de la literatura del comportamiento. Por ello es llamativa la forma como un gran experto y gran conocedor del tema, Jorge Eliécer Castellanos, lo enfrenta y, a nuestro entender, lo enriquece para beneficio indudable de sus ya fieles lectores. Castellanos, un verdadero experto no sólo en asuntos laborales sino en cuestiones sociales, nos lleva una vez mas a los escenarios de la vida animal. En este caso concreto el del devenir cotidiano de nuestros queridos perros y consentidos gatos.

Con evidente lucidez y gran sagacidad, a la par que gracia y amenidad extremas, Castellanos nos brinda atinadas reflexiones sobre la cotidianidad del comportamiento de canes y felinos. Advirtiendo que todos somos así, porque todos somos iguales, nos demuestra cómo en el mundo empresarial encontramos perros fieles que dan la vida por su amo, que se entregan por una causa y generan sentido de pertenencia sólo por este, mientras que los egocéntricos y relamidos gatos, con sus siete vidas a cuestas, viven acicalados sólo para ser mimados, sin estrés alguno, tranquilos y campantes y sin inmutarse ante nada ni nadie, creyendo que todo se lo merecen y sin agradecimiento de ninguna clase. Y los identifica a los primeros en la cúspide de la pirámide y a los segundos en los llamados “mandos medios”.

En su valioso ensayo gatoperruno Castellanos nos va mostrando, paso a paso, cómo todas las actitudes y comportamientos de los perros con sus amos y de los gatos con los suyos, pueden y deben ser asimilados en la vida real con los de los ejecutivos y empleados de una empresa o conglomerado social. Pero, con gran habilidad, deja que las conclusiones corran por cuenta nuestra, no sin antes recordarnos que “el perro sigue inevitablemente la suerte, el camino y la prosperidad o desventuras de su amo” porque “se aflige, sonríe o llora, conforme al estado de ánimo de quien lo gobierna”. Sin embargo, por su parte, el gato sólo sigue la suerte de su hábitat ya que “sus preocupaciones son muy diferentes. Jamás serán iguales a las institucionales de su amo y de su perro”, pero “los intereses del amo están a buen recaudo del perro y los de su casa en buenas manos del gato”. Por todo ello, concluye, la clave radica en el entendimiento y la cooperación entre ellos, mediante la conformación de una gran alianza canino-felina.

En resumen, un libro delicioso de leer y comentar. Invitación a meditar no sólo en nuestra relaciones empresariales sino familiares. Valiosas lecciones de vida en sociedad, tan urgida en estos tiempos de comprensión y colaboración. Fruto de toda una vida en el trajín de estas vivencias y una significativa oportunidad para restablecer la cultura de la credibilidad, basada en la honradez y en la confianza. Tributo, de paso, a la sabiduría de la vejez que es la encargada del relato feliz.

Post Scriptum.Aplicable al mundo político, aquí a uribistas y santistas; en lares gringos a demócratas y republicanos y en España a populares y socialistas.

ernestorodriguezmedina@gmail.com