¿Es eficiente nuestra reforestación? | El Nuevo Siglo
Sábado, 29 de Mayo de 2021

Continuando con el tema de la deforestación en nuestro país, debemos tener en cuenta que, además de los motivos expuestos en las anteriores columnas, existen otros factores que están incidiendo en la baja eficiencia del control al cambio climático y a todos los problemas que éste nos genera, veamos algunos aspectos de dicha problemática.

La primera pregunta que deberíamos hacernos es cuál es el porcentaje real de crecimiento sostenido de las plantaciones efectuadas en Colombia, porque el fin último no es sembrar sino garantizar la permanencia de lo sembrado en el tiempo, de lo contrario no estaríamos mejorando la situación sino más bien empeorándola; no podemos perder de vista que en el principio de su crecimiento las plantas consumen más oxígeno del que producen, ni que estas se deben cuidar adecuadamente para que al final cumplan con el fin buscado.

Lamentablemente el asunto se ha convertido en propaganda mediática para todos los entes ambientales, e inclusive para el gobierno nacional, además de ser un magnifico negocio como fuente de financiación para las corporaciones autónomas, los recursos llegan según se desarrollen las siembras, pero no hay incentivos para garantizar la madurez y/o la conservación de lo plantado. Así las cosas, no solo no hay disponibilidad de recursos para mantener las nuevas plantaciones, ni motivación para lograrlo; así las cosas, los porcentajes, que desconocemos, deben ser extremadamente bajos con respecto a los que debieran ser.

De otra parte, el crecimiento constante de la población requiere de áreas de expansión que permitan y garanticen su subsistencia, así las cosas, no es muy probable que las comunidades se dediquen al cuidado de las áreas reforestadas, sin contar con unas ayudas económicas que permitan el sostenimiento de los insumos básicos para sus familias, de lo contrario casi con seguridad no van a durar las nuevas siembras. Cabe acá recordar la famosa y cierta frase de Al Gore “No hay ecosistema que resista la pobreza” y recordar igualmente el postulado de Kirmman “La permanencia de un ecosistema es directamente proporcional al de las poblaciones que lo circundan”

Dado lo anteriormente expuesto, podríamos llegar a la conclusión de que los amplios presupuestos dedicados a la reforestación del país no solo son cortos, sino que además están mal distribuidos; sería mucho más claro y más eficiente dedicar parte de estos presupuestos al mantenimiento y al control de las siembras realizadas.

En cualquier caso, estamos perdiendo la carrera contra el cambio climático, y hemos descuidado el hecho de que estamos cruzando el punto de no retorno; las futuras generaciones dependen de nuestra responsabilidad y de las decisiones que hoy tomemos, no deberíamos ser inferiores a esa responsabilidad que nos brinda la historia.

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@alvaro080255