Un colombiano consume 22 kilos de panela al año en cualquiera de sus presentaciones. Es un patrimonio gastronómico para el país. Sin embargo es uno de los sectores más olvidados. Con una informalidad del 95%, 350 mil familias campesinas se encargan de producir panela en 29 departamentos. La Colombia rural más pobre. Esta semana dimos un paso en el Congreso para impulsar la segunda agroindustria más grande del país.
En nuestro país hay registrados más de 19000 trapiches de economía campesina, donde el 90% son pequeños productores. En el sector panelero no existen grandes empresarios pero si muchos intermediarios. El pequeño productor transforma la caña de azúcar en panela y el intermediario la vende. Los paneleros están perdiendo 110 pesos por kilo producido.
Uno de los grandes obstáculos de los paneleros es la certificación sanitaria y mercantil. Con el proyecto aprobado de esta semana logramos crear dos categorías Invima, una para artesanos y otra para emprendedores, los cuales tendrán un valor muy bajo para su obtención. De igual manera, los paneleros podrán solicitar su registro ante las Cámaras de Comercio con precios moderados acordes a sus costos de producción. El primer paso para su formalización ya entró en vigencia.
En 2018 se produjeron 1,2 millones de toneladas de panela en 69.000 fincas en el país. Para acabar la intermediación se debe estimular a las grandes empresas para que compren directamente a los pequeños productores. El proyecto panelero le da a las empresas de consumo masivo descuentos tributarios en su impuesto de renta si se hacen compras de productos paneleros a trapiches de economía campesina. Las entidades públicas estarán obligadas a ofrecer productos paneleros para quienes deseen consumirla.
Solo el 1% de la panela producida se exporta. Los cambios nutricionales de las personas alrededor del mundo buscan un producto sustitutivo del azúcar. El consumo de panela ha incrementado 24% en el exterior. Con el proyecto también estamos otorgando descuentos tributarios aquellos comercializadores que exporten panela proveniente de pequeños productores. Junto con la Organización de Estados Iberoamericanos estamos haciendo un estudio de alto nivel sobre las propiedades nutricionales de la panela.
La agroindustria de la panela también tiene problemas en su capital fijo. Los hornos de los trapiches, la maquinaria y el equipo de extracción son viejos o rudimentarios. El Ministerio de Agricultura va desarrollar un programa de industrialización del sector. Sumado a esto, el Sena desarrollará programas de buenas prácticas, productividad y formalización laboral para estos campesinos.
Un panelero no solo produce panela. El procesamiento de la caña de azúcar los ha hecho productores de rones y licores artesanales. En la actualidad, la producción de alcohol es un monopolio que está cargo de los gobernadores. Con el proyecto de ley formalizaremos la producción artesanal de licores si estos provienen de trapiches de economía campesina. Este mercado es equivalente al del Mezcal en México. Es un mercado que ha pasado desapercibido pero que representará un atractivo turístico y económico en los próximos años.
“La Ruta Dulce” se llamará al programa liderado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo donde extranjeros podrán vivir junto con los campesinos todo el procesamiento de la caña de azúcar. Vinos, tafias, coches, rones, licores, y en general la producción de mieles paneleras serán una experiencia turística.
El proyecto que aprobamos esta semana busca impulsar a nuestro sector panelero, formalizándolo y abriéndolo a nuevos mercados. Las familias productoras son las más pobres del país. No hay colombiano que no tenga en su radar un producto panelero. Estamos hechos de panela.