Por primera vez en la historia colombiana, la agricultura ratificó su potencial con volúmenes de alimentos, nunca imaginados y dispuestos para convertir, de inmediato, en comida gratuita para millones de personas necesitadas en el país.
La variedad sobrepasa 15 mil toneladas de productos básicos como papa, yuca, maíz, arroz, frutas, en toda su variedad y, plantas cultivadas en mayoría de los 32 departamentos. Cuando requieran financiación, ojalá agro y ganadería la obtengan.
Hay abundancia y calidad, frente a escasos compradores que, en los últimos cuatro meses quedaron envueltos en la cuarentena, el confinamiento por el destructivo Covid-19 y, los cierres de principales mercados de abastecimiento.
El punto central de esta emergencia, para no dejar perder alimentos para millones de personas, sin nada en su mesa, prendió luces en el Banco de Alimentos, impulsado por la Iglesia Católica, con 19 bancos en el país.
Y el apoyo despertó solidaridad de empresas comerciales, al integrar cadena asistencial del éxito, Homecenter, Centro-Sud, (centros comerciales), Olímpica y distribuidores particulares en transporte.
El aislamiento, como medida de protección contra el virus, se convirtió en torre de control y observación ciudadana, sobre vida del país en pandemia, que, en medio de todo, plantea enseñanza ejemplar para vida ciudadana.
En verdad, se puede decir que hay héroes en el agro y en salud; es el término más pronunciado por el presidente Duque y ministros, en intervenciones por TV, al hacer honor a los profesionales de la salud, quienes cumplen extenuantes jornadas, de amanecer a anochecer, en el país.
Ojalá sean siempre reconocidos en hospitales departamentales y municipales, que son entidades endeudadas con los sueldos de los héroes, pese al prometido pago, miles de veces.
Tras la pandemia, a propósito, de la explosión de alimentos, sería oportuno mantener el Subsidio Solidario, aplicado recientemente por el Gobierno a los habitantes más vulnerables en diferentes municipios.
Como todas las iniciativas sociales son decisiones plausibles, con origen público o privado, siempre que se cumplan con ojos abiertos, a gobernadores, alcaldes y concejales, porque no son pocos quienes aumentan fila a citas con la justicia por corrupción.
Y como detrás de lo bueno, nunca faltan dificultades, esta vez, los comercializadores de alimentos, ojalá no esgriman alzas atribuidas a que las ventas cayeron en la pandemia, ante bajón de compradores.
En consecuencia, en contraste están avanzados claros síntomas de cambio en la funcionalidad del país, para el cierre del presente año y, el arribo del 2021, situación que podrá anticipar vuelco, hacia un cambio justo, productivo y humanitario para todos.