Son varios los indicios que nos preocupan y nos alertan de que existe la intención de diseñar montajes y poner trampas al Presidente Uribe y al Centro Democrático. Se trata de un plan criminal que pretende dar la impresión de que personas cercanas al presidente Uribe buscamos hablar con testigos para que modifiquen sus versiones, lo cual sería legal, y le adicionan que les ofrecemos dádivas o presiones para hacerlo.
La realidad y las pruebas demuestran todo lo contrario. Jamás hemos aproximado a testigos, jamás hemos ofrecido beneficios a cambio de retractaciones.
El caso señor Monsalve muestra bien lo que está sucediendo. En una columna Mario Javier Pacheco denuncia que el senador Cepeda visitó 21 veces a Monsalve, supuesto testigo contra Uribe.
Según consta en la carta de un preso Pardo -compañero de reclusión de Monsalve- en 2010 tomó la decisión contactar a Iván Cepeda, pues decía Monsalve que “el senador Iván Cepeda estaba reclutando testigos para que declararan en contra de Álvaro Uribe y así involucrarlo con paramilitarismo...e Iván Cepeda les estaba otorgando beneficios a los que atestiguaran”. Dice el mismo preso Pardo que efectivamente Monsalve obtuvo todo tipo de beneficios carcelarios en La Picota, a cambio de lo que él denomina “unas pruebas y testimonios falsos”.
Dice Pardo que en 2017 Monsalve recibió traslado a la cárcel de Valledupar, y llama a Cepeda y el traslado se suspende. Empieza a sentirse asustado, y a decir que necesita un contacto con Álvaro Uribe para retractarse y decir la verdad. Pardo hace gestiones hasta que un abogado de Uribe se hace presente.
Jamás se le ofrece nada distinto a tramitar su declaración sobre la verdad.
Monsalve usaba su aparente arrepentimiento e intención de querer corregir las falsedades en contra del presidente Uribe para querer reunirse con él y con personas cercanas a él. El abogado Jaime Lombana, el senador Macías, un diputado del Huila, el representante Álvaro Hernán Prada y yo fuimos algunas de las personas que el señor Monsalve pretendió involucrar en su trampa.
Frente al abogado Lombana, Monsalve pretendió utilizar una visita que éste realizó al recluso Pardo, quién tenía una hernia y había pedido asistencia jurídica, para tratar de involucrarlo haciendo ver que él lo había ido a visitar.
Un amigo de la política se me acercó y me dijo que me habían estado llamando de la cárcel de Cómbita para hablar conmigo y darme un mensaje muy importante. Ante esto mi respuesta fue clara, la de no querer ser vocera de delincuentes, ni tener interés de reunirme con alguno de ellos. No caí en la trampa.
Así mismo, la estrategia criminal con el representante Álvaro Hernán Prada fue la misma. Lo buscaron insistentemente hasta que se vio un señor Carlos López, y le dijeron de la intención de rectificación por parte de Monsalve. Tiempo después se evidenció el montaje.
Lo curioso es que la versión que acoge la Corte Suprema, en la providencia filtrada a medios de comunicación, es la del abogado de Cepeda. Dice ese abogado que Monsalve le avisa que a través de un amigo suyo, del Huila, que un vocero del CD “lo abordó y le pidió que tramitara -con él-... un video en el que se retractara de sus testimonios y culpara a Cepeda de haberle ofrecido prebendas para recibir declaraciones”. Agrega que le pusieron a Uribe por altavoz. Dice que a raíz de eso el abogado de Uribe visita a Monsalve, quien no lo recibe.
El 22, el abogado de Uribe por la petición de Pardo visita a Monsalve, quien está acompañado de su abogado que pide beneficios. Nada se le otorga ni se le promete, como lo narra Pardo en su carta.
Preocupa el montaje criminal y la reiterada intención de fabricar testigos y pruebas judiciales para querer encarcelar al presidente Uribe y algunas personas de la bancada del Centro Democrático.
También preocupa que los magistrados no se interesen en conocer y valorar versiones de Uribe ni de Prada y que procedan a llamar a indagatoria al presidente Uribe. La administración de la justicia no puede darse a través de filtraciones a interesados políticos, ni a través de la imposición con presiones mediáticas y políticas.
El presidente Uribe tiene el respaldo absoluto del Centro Democrático, su inocencia es indiscutible. Somos millones los colombianos que nos sentimos representados por él. Colombia lo necesita.