En la columna de la semana pasada mencioné algunos hechos que muestran algunos aspectos especialmente complejos sobre el proceso contra el ex presidente Uribe.
Vale la pena comenzar con la carta del gerente de la RTVC en la que aclara que la entidad nunca recibió solicitud formal por parte de la Corte para procesar audios. Sin embargo, los audios que la esposa de Monsalve entregó a la Corte, pasaron por las manos de una funcionaria de la entidad. De manera irregular, se pretendió dar funciones de policía judicial a la RTVC.
La declaración del “Tuso” Juan Carlos Sierra señaló que recibió la visita de algunos congresistas incluido Iván Cepeda, en prisión para pedirle que declarara en contra del presidente Uribe, a cambio de asilo político para su familia.
Así mismo, las declaraciones de la exfiscal Hilda Niño hablan de una compleja trama criminal. Según Niño, el fiscal Montealegre creó una red encargada de manipular testigos para que declararan contra los hermanos Uribe. Carlos Villamil, que según Niño es ficha del cuestionado exmagistrado Bustos, era la cabeza.
Para operar la red, la exfiscal señaló la existencia de la Unidad de Compulsa de Copias, cuyo director de la época Giovanni Álvarez -el actual Fiscal de la JEP-. Según Niño, desde la Unidad se generaban informes de las declaraciones entregadas en versión libre, y se filtraban aquellas donde se mencionaran a los hermanos Uribe.
Niño habló de los traslados “clandestinos” de los postulados a Justicia y Paz, quienes eran llevados al búnker de la fiscalía, donde se les hacían ofrecimientos para que declararan en contra de los hermanos Uribe. Beneficios por falsos testimonios.
La suspensión de la orden de extradición de alias “Julián Bolívar” también resulta relevante. No deja de sorprender que esta haya coincidido, tiempo después, con su declaración en contra de los hermanos Uribe.
Cuando “Julián Bolívar” declaró en el proceso de Santiago Uribe y su testimonio no fue adverso a Santiago Uribe, la Fiscalía compulsó copias para que se investigara al ex-para por falso testimonio. Sorprende que sepan que es falso.
A las anteriores declaraciones, hay que sumar los intentos de contacto por parte del testigo Monsalve con gente del uribismo. El más delicado: la trampa al representante Prada.
Carlos López, alias “Caliche”, confesó lo que ya estaba probado con los chats de WhatsApp entregados a las autoridades. Quien contactó al representante Prada, con el pretexto de que Monsalve quería retractar su testimonio en contra del presidente Uribe, fue el mismo López. No al revés, como se ha querido hacer ver.
Lo grave de todo esto es que los testigos que han declarado en contra de los hermanos Uribe, como el mayor (r) Juan Carlos Meneses, han solicitado su libertad a instancias de la JEP. Igual sucede con Monsalve, quién en las semanas pasadas pidió acogerse a este tribunal. Con sus mentiras lograrán libertad y los crímenes por los que estaban condenados -que nada tienen que ver con estos temas- quedarán impunes.