Federico Gutiérrez, llamado cariñosamente Fico, va a ganar en grande, por su juventud, su positivismo, su negación a sembrar cizaña entre los colombianos. Colombia está cansada de tanto odio promocionado por candidatos que solo quieren dividir en vez de unir. Petro quieren dividirnos por raza, edad, región o clase social, usando la mentira como poderosa arma para sembrar odio y envidia entre nosotros.
Fico dice: “Los colombianos somos muy avispados para tragar tanta carreta de Petro”. Ni siquiera los jóvenes indoctrinados por maestros “mamertos” tragan tanto cuento.
Si, es cierto, lamentablemente, muchos colombianos están en la pobreza, más aún luego de estos años de pandemia, causantes de tanto desempleo y encarecimiento de la vida. Pero esos colombianos no son estúpidos; al contrario, son los más astutos de todos y bien saben que las propuestas de Petro solo causarán más desempleo y encarecerán más la vida. La destrucción de la industria, el comercio, la agricultura a gran escala y la detención de la explotación de hidrocarburos, solo traerán más pobreza y más hambre.
Los que creen en ese ramillete de subsidios propuestos por el comunista ¿de dónde creen que el exguerrillero va a sacar dinero para darles esos subsidios? En serio creen que quitarles el dinero a los ricos y a la clase media trabajadora, es la mejor manera para financiar los múltiples subsidios que ha ofrecido.
Queridos compatriotas ¡despierten! Lo que propone Petro es la mejor manera de empobrecer a un país, de acabar con sus riquezas, tal como sucedió en Venezuela ante nuestros propios ojos, desde que se apoderaron del país, Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Miren en la pobreza en que viven hoy los venezolanos; ese bello país donde hasta los más pobres tenían más dinero que muchos latinoamericanos. Hoy los únicos que viven bien allá son los compinches del gobierno y los militares, inclusive algunos han amasado millonarias fortunas con el tráfico de droga que el gobierno de Maduro les acolita para mantenerlos callados y “tranquilos”. Hoy en Venezuela viven como reyes los que tienen dólares y ¿adivinen quiénes son? No es el pueblo, engañado y muerto del hambre, buscando el rebusque en otros países.
Igual pasa a los nicaragüenses gobernados por el dictador Daniel Ortega y su mujer, esos traidores a la Revolución Sandinista que incumplieron todas las promesas hechas al pueblo. Ni que decir del hambre y escasez sufridos por el pueblo cubano, por 60 años. Ya ni se acuerdan del delicioso sabor de su comida, sus guisos, sus arroces con moros. En Cuba, cuando se encuentra arroz no se encuentra frijol, ni cebolla, ni tomate, mucho menos cerdo o gallina para acompañarlos.
Fico pregunta: ¿tiene sentido un país dividido? Y él mismo responde con certeza: “NOO, vamos a demostrar que vamos a unir a Colombia”. Así se habla, así habla un candidato que jamás ha empuñado un arma o matado a un hermano o hermana colombiana. Así habla un hombre que no “hecha cuento” sino que muestra los resultados de su alcaldía en Medellín. Cuando el comunista dejó una Bogotá postrada después de su alcaldía, Fico dejó una Medellín pujante.
Donde Fico pone el ojo pone la solución al problema. Sus propuestas son inmejorables. Vamos con Fico, por Colombia unida, sin odios ni hambre.