Dura tarea para Pinzón
“Vestidos de civil y se atrincheran en casas de los pueblos”
LA situación de seguridad se torna compleja, ante la proximidad de las elecciones, la acción de las ‘bacrim’, derivadas de los paras, los mismos paras, los narcos y la guerrilla, fuerzas que se han aliado para mantener la zozobra en el país. Ese es el panorama que le espera al nuevo titular de la Defensa, Juan Carlos Pinzón.
El esfuerzo del Gobierno ha sido decisivo para impedir palos en la rueda de la Prosperidad Democrática, que aunque algunos escépticos y recelosos consideran lenta, marcha con ímpetu.
Lo que se llamó seguridad democrática permitió las famosas desmovilizaciones, que han dado paso a bandas criminales. ¿O dónde están los 30 mil que se acogieron a ellas, si solamente se conocen 2 mil personas inscritas en ese programa?
La SD dio un segundo aire a la guerrilla para buscar nuevas modalidades en la “lucha” armada, que acude ahora a la antigua modalidad de los “descamisados”: de atacar y esconderse.
Toda esa delincuencia se une con el narcotráfico para alcanzar su única finalidad: atesorar dinero. Ahora no se enfrentan a nuestras Fuerzas Armadas. Ya no hay combates, y cada vez son menos los campamentos de entrenamiento y de planeación de los asaltos a cuarteles y poblaciones.
Los grupos son cada vez más pequeños. Cuatro o cinco hombres se camuflan con los habitantes de un caserío, para atacar la fuerza pública y la población civil.
Estos criminales salen a los mercados de los pueblos, vestidos de paisanos, con ruanas, ponchos o mantas, bajo las cuales llevan las armas para adelantar sus atentados. El guerrillero estilo “Tirofijo”, “Mono Jojoy” etc., ataviados con uniformes camuflados, boinas o pañuelos en la cabeza, desapareció. Ahora aparecen vestidos de civil y se atrincheran en las casas de los pueblos, ante la impávida mirada de sus amenazados habitantes. La fuerza pública, no puede responder el fuego porque su régimen estatutario y disciplinario se lo impide. Esta es la nueva forma de lucha desigual que, narcos, paras, guerrilla y ‘bacrim’, imponen. El nuevo ministro, hombre capaz y creativo, tendrá que idear mecanismos que le permitan a las Fuerzas Armadas, actuar sin los temores actuales, que a cada paso se traducen en amenazas de carcelazos, cuando defienden la institucionalidad y la ley.
Blanco. La forma como avanza la reducción del desempleo.
Negro. La manera como ahora se aplica la ley, basada en simples testimonios de un delincuente como “Popeye”.
gabrielortiz10@hotmail.com